Tripulantes del Riptide y el contacto venezolano reconocen su implicación

El barco fue abordado en alta mar con 3.000 kilos de cocaína en mayo de 2013. El fiscal pide penas de cárcel de 17 a 21 años para los 18 acusados en el caso
Juicio por el alijo de 3.400 kilos de cocaína en el buque Riptide
photo_camera Juicio por el alijo de 3.400 kilos de cocaína en el buque Riptide

El capitán y los otros cuatro tripulantes del Riptide -barco abordado en alta mar con cerca de 3.000 kilos de cocaína en mayo de 2013-, el contacto venezolano entre los suministradores de la droga y los receptores, y quien le dio cobertura en Galicia, han reconocido su implicación en el operativo.

Quienes han intentado desligarse del transporte de droga han sido Nelson C.C. y Luis Miguel I.V., acusados de ser los encargados de conseguir un barco para que fuera en busca del Riptide y recogiera la droga para llevarla hasta la costa gallega, ya que el escogido por la organización había resultado averiado.

En la primera jornada del juicio contra los 18 acusados, para quienes el fiscal pide penas de cárcel de 17 a 21 años de cárcel, y que se celebra en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, solo han prestado declaración la mitad de ellos.

El capitán del Riptide, Song S.K., de nacionalidad indonesia, al igual que el resto de tripulantes, ha señalado que no le dijo a los demás que los fardos cargados en el barco eran de cocaína -el pesaje definitivo, reducida a pureza, fue de dos toneladas-, aunque aquellos luego admitieron que sí lo sabían.

También ha explicado que le dijeron que una embarcación iría a su encuentro en alta mar, que le dieron unos códigos para comunicarse con aquella, que la recompensa que le ofrecieron los narcos eran unos 55.000 euros y que tras la entrega tenía pensado regresar a la isla de Trinidad.

El supuesto enlace entre las organizaciones sudamericana y gallega, José Gregorio H.R., ha admitido que su contacto en España era Marcos V.F., uno de los presuntos cabecillas junto con Antonio C.M. y José Luis V.M..

También ha explicado que en una libreta que le intervinieron al ser detenido, cuando se disponía regresar a Venezuela, figuraban anotadas las coordenadas de la entrega de la cocaína en alta mar y la palabra "delfín", una de las claves para efectuar la transacción, que le habían encargado que trasladara a la organización gallega.

Rogelio C.C. ha detallado que Marcos V.F., para quien trabajaba desde 2007 en un taller, le encomendó que fuera a recibir al aeropuerto de Santiago de Compostela al enlace venezolano y que lo llevara a un apartamento, y ha añadido que "algo" le "comentaron" sobre la operación de narcotráfico.

Por contra, Nelson B.C. y Luis Miguel I.V. han coincidido en negar tener conocimiento de que el barco que les habían pedido que buscaran era para transportar cocaína.

El primero, que se reunió varias veces con dos de los supuestos cabecillas, ha señalado que solo le comentaron que querían auxiliar a un velero averiado frente a las costas portuguesas.

El fiscal le ha señalado que en la fase de instrucción reconoció que era para un transporte de droga, una contradicción que no ha sido capaz de explicar en sala.

El representante de la Fiscalía ha recordado que ambos fueron condenados por delitos similares a diez y nueve años de prisión, respectivamente.

En el trámite de cuestiones previas, abogados de varios acusados han pedido la nulidad por la intervención de conversaciones telefónicas y por la existencia de "pactos secretos" con algunos encausados, a lo que el fiscal ha replicado que a todos los que acudieron a su despacho les ofreció una rebaja de penas a cambio de reconocer los hechos.

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