ZP, entre Tenorio y Robinson

CUANDO ZAPATERO CONTESTABA esta semana a Rajoy en la sesión de control al Gobierno, el peso del cansancio se leyó en su cara y en sus palabras como un libro de secretos abierto a la verdad. Después de que Rajoy le preguntara si iba a volver a subir los impuestos, Bono dio la palabra al presidente del Gobierno. Y éste, visiblemente agotado y contrariado a pesar de sus 10 años de poder, dio las gracias y se dirigió a Rajoy así: "Señor presidente del Gobierno....". Evidentemente, muchos verán en esto un lapsus sin importancia. Otros querrán ver una premonición. Y en este trazado de renglones impensados pretendemos señalar, simplemente, que ZP acusa el golpe de la soledad.

El presidente Zapatero está en el momento más difícil de su mandato. Y los tics autoritarios empiezan a reflejarse en un desgobierno por decretos que preocupa tanto en el PSOE como en el PP. Blanco, que es como si fuera Zapatero, está dispuesto a utilizar al Ejército para doblar el pulso a los controladores enfermizos. Y este socialismo del talante, la progresía, el pacifismo y la alianza de civilizaciones quiere utilizar ahora la misma medida del conservador Reagan: militarizar la vida civil con todo lo que eso conlleva de contradicción ideológica, igual que las medidas anticrisis más propias de Bush que de un Obama zetaplanetario.

PSOE y PSC no consiguieron sacar adelante en el Congreso una resolución sobre la sentencia del estatut. De modo que tuvo que venir Montilla en persona a decirle a ZP que urge un "gesto político" para reparar el daño surgido de la aplicación de la ley de leyes, porque "no se puede tapar la boca a Cataluña por ser una nación". Realmente a esta palabrería de osadía separatista sólo le faltan violines para acompañar la épica que narra esta sublime pero grotesta reconquista de la nación de naciones. O sea, que el Tribunal Constitucional declara 14 artículos inconstitucionales y 30 a reinterpretar, y como si la sentencia no existiera. Lo peor es que al mismo tiempo se pregona con enorme cinismo el acatamiento de la misma. Este vodevil de gestos se mantendrá hasta las elecciones catalanas, pero bien entendido que o se pone coto al autogobierno o España terminará siendo una provincia de las autonomías tipo Kósovo que nuestros padres de la Constitución no acertaron a alumbrar con absoluta lucidez.

Por tanto, Zapatero parece un barco a la deriva en busca de isla. ZP parece el Robinson perdido en medio de la crisis que no atina a detener. Y hasta llegó a calificar en sede parlamentaria de "afirmaciones infundadas" todas las medidas recientes que acaba de tomar: congelación de las pensiones, rebaja del sueldo de los funcionarios, retirada de cheque-bebé, etc... Este hecho insólito de no aceptación de la realidad le lleva incluso a permanecer secuestrado en su estado natural de delirio de política social a pesar del mayor recorte democrático en esta materia.

Para ello los versos afilados de la portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría, que tiró del "Don Juan Tenorio" de Zorrilla para hurgar en la prosa herida de De la Vega. "No hay lance extraño, ni escándalo ni engaño, en que no me hallara yo. Por donde quiera que fui, la razón atropellé, la virtud escarnecí, la justicia burlé, y en todas partes dejé, memoria amarga de mi". La vicepresidenta, tocada por la elección de los versos, respondió con toda la crueldad de la que fue capaz, al acusar a los populares de temer la victoria de la Roja en el mundial. Naturalmente, ante semejante penalty, todos hemos imaginado otro verso libre del Tenorio ZP:" No hay lance extraño, ni escándalo ni engaño, en que no me hallara yo. Mejor debatir con ayuda del balón, que un pleno sobre la nación".      

Y como última estrofa, la conversión del rey mago en el avaro comerciante de políticas restrictivas. El Gobierno congela, retrasa o restringe un 20 por ciento de los contratos de obras públicas. Son  más de 100.000 empleos perdidos de un plumazo, para cuando el paro vuelva a aumentar tras el verano y España regrese a la recesión de la que fugazmente nos sacó el líder del talante perdido.

AL CIELO AL INFIERNO
Alberto Contador
Josep Montilla

Alberto Contador, elegante rey de la bici. Al margen de triunfar o no en Paris, Contador se gana el cielo del Tour por saber pedir perdón y rectificar. Cuando arrebató el maillot aprovechando que su rival tuvo problemas con la cadena, cosechó duras críticas y el vacío francés. Contador pidió perdón y reconoció que no había sido un ejemplo de juego limpio. Después dejó ganar a Schleck en el Tourmalet.

Josep Montilla, el vengador. Enorme escena de Superproducciones Moncloa s.a. para tener contento al PSC. Agasajado como jefe de Estado, Montilla dijo en la sede del Gobierno estatal que Cataluña es una nación y que nadie les puede tapar la boca. Las mismas palabras utilizadas por Zeta en el debate de la Nación, ignorando la sentencia del Estatut. Y la independencia de Kósovo es legal...

   
PRIMERA PERSONA
♦ Bono. Separación matrimonial poco antes de que la fiscalía archivara las denuncias por el incremento familiar de patrimonio. Prodigioso.

♦ Fabra. Anticorrupción pide 15 años de cárcel y multa millonaria para el presidente de la Diputación de Castellón, del PP. Acaba de recibir un trasplante.

♦ Moltó. 5 años de inhabilitación por su dudosa gestión en Caja Castilla-La Mancha. ¿Sólo?

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CHISMES
Aranjuez. Cursos de verano muy concurridos, entre jardines palaciegos a orillas del Tajo. Chaves y Mayor Oreja coincidieron en conferencias distintas el martes. Pero el amor no surgió ni con las notas del concierto del maestro Rodrigo.

Un poema para responder. El Grupo Socialista busca versos para replicar al Don Juan Tenorio de Zorrilla utilizado por Soraya. En el Poema del Mío Cid se puede encontrar épica españolista.

La imagen. Cuando la socialista Elena Valenciano salió el lunes con un pronunciado escote y pelo alborotado, los asesores pidieron más cuidado. En su siguiente aparición, en el Congreso, parecía ir a una boda, con grandes adornos y mucho derroche de moda femenina.

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