«Si no fuera fotógrafa no sé que sería, pero seguro que ingeniosa y creativa»

Yolanda Purriños: «La constancia y el trabajo de mis padres han sido siempre mi punto de referencia»

Miembro de una exitosa saga de fotógrafos, Yolanda Purriños acaba de conseguir un nuevo galardón nacional que suma a su interminable lista. Y la cosa continúa, ya que después de recogerlo, ha recibido una nueva nominación para los premios de fotografía del Principado de Asturias, demostrando que todo esfuerzo tiene su recompensa.
Yolanda Purriños, con su último galardón, conquistado en un certamen nacional de fotografía
photo_camera Yolanda Purriños, con su último galardón, conquistado en un certamen nacional de fotografía

¿Siempre soñó con ser fotógrafa?

Siempre he soñado con aprender a expresarme de un modo artístico. De pequeña decía que no sabía que escogería, si la fotografía o pintar. Con el tiempo me decanté por la primera, estaba más a mi alcance, ya que tenía maestro en casa, y además se me daba bastante mejor. Pero hay muchas expresiones artísticas que me gustan: bailar, dibujar, diseñar...

¿Cómo recuerda los inicios? Jugaba con su hermana en el estudio siendo apenas una niña.

La verdad es que todavía conservo alguna de esas fotografías que hacía a las muñecas o a mi hermana. La vestía con telas y cosas, y la pobre era una mandada y hacía lo que le decía. Lo pasábamos muy bien, la verdad es que es toda una suerte tener un padre fotógrafo en casa y que te deje jugar con sus herramientas de trabajo. Es algo de lo que le estaré eternamente agradecida. Nos ayudaba a ver la luz y a aprender a modelar con ella. Lo mejor de esa época era pasar horas y horas en el cuarto oscuro, ese laboratorio con luz roja que tenía aquel olor peculiar y en el que era todo tan mágico. Imagínate, una niña de siete años metida ahí horas viendo como un papel blanco pasaba a tener plasmado rostros y objetos. ¡Era realmente mágico!

El hecho de pertenecer a una saga de fotógrafos, ¿ayuda o dificulta más el camino?

Yo creo que siempre ayuda. Soy de las que siempre se pone en lo positivo. Tienes que demostrar que vales, porque al principio puede que quieran que lo hagan tus padres, pero con continuidad y perseverancia pasan a confiar en ti y luego eres tú la escogida (Ríe).

Una vez que ya tomó la decisión de dedicarse a la fotografía se graduó en la Escuela Mestre Mateo de Santiago. ¿Cómo lo recuerda?

Como una etapa fantástica. Allí hice muy buenos amigos y aprendí muchas cosas. Quizás no directamente de la fotografía, que también, pero sí de otras expresiones artísticas.

"Lo que más me gusta es crear imágenes, pero si tengo que escoger el tipo con el que más disfruto, es el retrato"

¿Cree que es fundamental la formación en su profesión?

Sí, claro que sí. Toda formación es poca. Nosotras ahora también formamos a otros compañeros con conferencias que impartimos, o cuando nos llaman para ir de juezas a algún certamen de formación. Allí valoramos las obras y les decimos como pueden mejorar. Es una labor muy difícil, ya que no a todos les gusta escuchar la verdad, prefieren que les tiren flores, pero con la verdad es como realmente se aprende.

¿Quién ha sido su mejor maestro?

Sin duda mis padres. Su constancia en el trabajo y sus ganas han sido siempre un punto de referencia.

¿Qué es lo que más le motiva en su día a día?

Lo que más es crear imágenes, si tengo que escoger el tipo con el que más disfruto, es el retrato. Para mi ver a una persona e interpretar como yo la percibo y plasmarlo en mis imágenes es algo inexplicable, mágico. Disfruto como una enana, me encanta estar en contacto con la gente, conocer a un montón de personas y todas ellas diferentes. También me gusta la fotografía de moda, pero cuando decidí quedarme en Vilalba eso lo dejé más de lado.

¿De qué vive el fotógrafo, del encargo o de la creación propia?

En mi caso del encargo. El resto lo haces para crecer como persona y como fotógrafo. Pero gracias al encargo he tenido tantos reconocimientos y premios, porque la mayoría de los trabajos que me gusta presentar son reales, del trabajo cotidiano. Y eso, al final, es una doble satisfacción.

Ha recibido decenas de premios, el último nacional. ¿Ha sido uno de los más especiales?

Cada uno tiene su rincón en mi corazón, pero tengo que decir que este me ha agradado mucho, ya que tenía una cruz encima. Parecía que estaba gafada, siempre que me daban uno no podía asistir a la entrega. Y ahora por fin parece que esta racha ha pasado. Los premios no son lo importante, para mí es mucho más la nominación constante. El premio solamente puede ser para uno y es cuestión de suerte, pero estar nominada significa que mi trabajo interesa.

"El retrato con el que he ganado es directo, natural, sin atrezos ni florituras"

¿Cómo definiría el retrato con el que ha ganado?

Directo, natural, sencillo, sin atrezos ni florituras. Me he querido inspirar en la pintura, en mujeres como las de Boticelli. La verdad que se agradece cuando entra alguien en el estudio y confía en ti.

Además de mostrar su trabajo aquí, ha expuesto en diferentes países.

Fuera siempre han sido exposiciones colectivas. Me encantaría poder dedicarme un poco más a mi trabajo personal, pero el tiempo vuela y nunca encuentro el momento.

¿Qué sueños quedan por cumplir?

He comenzado un proyecto de retrato, tenemos un trabajo con Aspnais, y cosas para la federación. Esto mantiene a uno vivo, pero siempre sin olvidarse de la familia, de mi marido y de mis niños. Ahora son pequeños y no me quiero perder nada. A veces pienso que los necesito más y debería hacer un parón, pero la vida es así.

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