Xosé García: "O meu obxectivo sempre foi vender ao público para ser dono do meu traballo"

Al frente de la granja Casa da Fonte, en Pantón, este hombre fue un revolucionario en el sector
Xosé García, de la granja Casa da Fonte
photo_camera Xosé García, de la granja Casa da Fonte

La idea de la venta directa ya estaba en la cabeza de Xosé García Freire antes de coger las riendas de la "pequena" explotación que tenía su padre en Pantón. Desde niño le había ayudado con el trabajo de la granja y su pasión por ese mundo lo llevó a estudiar Ingeniería Agrónoma. En 2011, ya con el título en la mano, volvió para ponerse al frente de Casa da Fonte y lo hizo con cantidad de proyectos de cambio en su mente, algunos revolucionarios en Galicia.

Decidió que las vacas estarían siempre fuera, sin pisar un establo, y en 2013 se hizo con una sala de ordeño móvil traída de Lituania —la primera de su tipo en España— para sacar la leche a los animales en las fincas. Un año después llegó otro cambio llamativo: "o monomuxido". Se ordeña solo una vez al día, por las mañanas. Aunque las reses producen sobre un 20% menos, su leche es de mayor calidad, recuperan antes el celo y la fertilidad mejora. Este innovador cambio dejó a Xosé más tiempo para iniciarse en la transformación y comercialización.

Fue hace más de medio año, en agosto, cuando empezó a envasar leche y hacer yogures enteros y desnatados, todo en ecológico, y no tardó en embarcarse en la elaboración de queso del país y fresco. Bajo la máxima de "aproveitar todo e non tirar nada", buscó también salida para la nata pasteurizándola y ya ha hecho las primeras pruebas para elaborar requesón con el suero del queso. "Quero gobernar o prezo do produto e ser dono do meu traballo", explica Xosé, que instaló una tienda en la explotación y buscó puntos de venta en negocios de barrio de Lemos y Ourense. También reparte por concellos de la zona.

Sus planes van más allá del lácteo: Casa da Fonte acaba de abrir una línea de producción de huevos y pollo en ecológico y una pequeña explotación de porcino. "A miña cabeza traballa demasiado", dice este ganadero de vocación. Tanto que, ordeñando una vez al día y vendiendo leche en ecológico a la industria —el litro se paga a unos 50 céntimos—, podría llevar hoy una vida más "relaxada".

Comentarios