Xermade dispondrá de una casa-nido a final de año, un servicio pionero en la comarca chairega que ayudará a la conciliación familiar y laboral de varias parejas del municipio.
La Xunta de Galicia concedió la licencia de este servicio a una vecina de Ribadeo, Laura Novo, que se encargará de gestionarlo desde finales de este año y hasta 2019, tal y como avanzó el regidor, Roberto García Pernas.
La casa-nido xermadesa contará con un total de diez plazas, siempre y cuando los alumnos se repartan en horario de mañana y tarde. Así, podrían acudir a estas instalaciones cinco menores de cero a tres años por la mañana —durante cuatro horas— y otros cinco por la tarde —durante el mismo periodo de tiempo—.
El servicio, tal y como ha precisado García Pernas, será totalmente gratuito para los progenitores, a los que se convocará a una reunión en las próximas semanas, para que puedan resolver todas las dudas sobre este novedosos servicio, así como conocer más detalles sobre el funcionamiento del mismo.
El servicio se ubicará en la segunda planta del edificio de la biblioteca municipal, que fue en otro tiempo la casa del maestro
La responsable de la casa-nido recibirá una subvención, procedente de los fondos europeos, que asciende a 80.000 euros —será fraccionada en varios pagos anuales de 19.600 euros, a los que se sumarán otras cantidades—, y que deberá invertir en las obras de acondicionamiento del edificio donde se ubicará el servicio, así como en el mobiliario y en los pagos del alquiler.
"El Concello ha cedido la parte izquierda de la segunda planta de la biblioteca del municipio, antigua casa del maestro, para que se pueda instalar aquí la casa-nido. Hay que hacer obras, acondicionar los baños y tiene de plazo dos meses para realizarlo", explica el alcalde, satisfecho porque Xermade pueda contar con este servicio tan necesario, al tiempo que precisa que "la responsable deberá abonar un alquiler mensual que será perfectamente razonable y adaptado a los baremos que ya hay vigentes".
Esta ha sido la solución alternativa "perfecta" que han encontrado en Xermade para ocupar ese vacío que existía ante la falta de una guardería, una escuela infantil u otro servicio que ayudase a las familias.
"Hablamos con la consellería para tratar de conseguir que se abriese un Punto de Atención á Infancia (PAI), pero nos dijeron que era inviable. Por eso esta solución alternativa nos parece muy interesante, ya que ayudará a que las familias puedan conciliar mejor", concluye Roberto García.
