La granja pontesa Xaraleira, que actualmente comercializa unos 100.000 roedores al mes como alimento para otros animales de zoos y parques naturales de medio mundo, inicia un nuevo proyecto para ampliar su negocio, a través del que pretende duplicar el número de trabajadores y pasar de los 13 que hay ahora contratados a los 26 en los próximos cinco años.
"Vamos a desarrollar tres líneas de negocio nuevas", explica el alma máter de esta empresa pontesa, José María Vilaboy, que indica que una de las novedades será la cría de insectos para alimentación, como los grillos, y para la lucha biológica, para combatir sin la necesidad de insecticidas y otros productos químicos plagas e insectos que afectan a la ganadería y la agricultura como las moscas de establo o la avispilla de la castaña.
A la lucha biológica, algo que lleva ya un tiempo tratando de lanzar y donde ve un importante nicho de mercado, que además rebajará con su uso la contaminación medioambiental que conlleva el uso masivo de productos químicos, sumará otros dos negocios: un criadero de chinchillas –"no lo tenemos y es lo que queda para completar la oferta de roedores que hay en Xaraleira"– y la cría de gambas de acuario.
La firma, que comercializa 100.000 roedores al mes, necesita una inversión de 800.000 euros para poder diversificarse
"Están de moda en EE.UU. Se ponen peceras con ellas en despachos y casas, es una moda minimalista y hay un hueco en el mercado, pero tenemos que aprender", explica Vilaboy, decidido a diversificar un negocio en el que pocos creyeron cuando empezó a andar hace casi ya una década pero que ya ha recibido varios reconocimeintos tras su internacionalización hace seis años.
"Por sexto año consecutivo hemos vuelto a ser empresa gacela, lo que significa que crecen las ventas anualmente por encima del 25%. Y 2016 también lo cerraremos como empresa gacela", dice convencido del futuro de su proyecto.
La granja de As Pontes actualmente comercializa roedores por toda España y los exporta a diversos países de la Unión Europea, como Portugal, Francia o Alemania, y a otros extracomunitarios como Japón.
"Llevamos año y medio de retraso con el nuevo plan de negocio. Es duro encontrar financiación, pese a nuestros buenos resultados", dice José María Vilaboy, mientras muestra la gráficas del crecimiento constante de su firma año a año. Su previsión para poner en marcha sus tres nuevas apuestas es una inversión de 800.000 euros en los próximos cinco años, en una primera fase de 500.000 y una segunda de 300.000, a la espera de que XES Galicia de el visto bueno a un préstamo participativo que le permitiría iniciar sus nuevas líneas de negocio ya después del verano, probablemente en el mes de septiembre.
El objetivo, además de doblar el empleo en los próximos cinco años, es construir dos nuevas naves, que se sumarán a las seis actuales.
