Tras ser absuelto por un jurado popular del delito de homicidio, el octogenario de O Páramo Benjamín Santas retomó ayer su vida diaria en su casa de A Armada en la que ocurrió el crimen con la intención de pasar página un vez finalizado el juicio. «Xa tiven bastante calvario», asegura el anciano, al tiempo que descarta hablar de la situación vivida.
Sus únicas palabras son de «agredecemento» por el trato que le prestaron los guardias civiles que intervinieron en el proceso y los funcionarios del juzgado de Sarria. Con ellos tuvo que «pasar as revistas» cada 15 días desde que, en enero de 2009, declaró por primera vez ante el juez por haber matado a su vecino José Bruzos de un tiro de escopeta después de que este irrumpiese en su casa cuando estaba al cuidado de sus nietos.
