La vivienda en España en 2021

Una ciudad. EP
photo_camera Una ciudad. EP

La vivienda es uno de los temas socioeconómicos más hablados en España debido a la situación del mercado inmobiliario en la actualidad. Los precios son elevados y pocas personas pueden comprar una vivienda en ciudades como Madrid, y aun cuando las zonas rurales ofrecen viviendas muy baratas, nadie quiere irse allí.

El problema es que a partir de los años 90 no pararon de subir los precios de las viviendas, lo que impide que se logre adquirir una propiedad dentro de las ciudades. Tampoco con la crisis del 2008 ni tras la pandemia se desinfló esta burbuja al poder adquisitivo real, siendo un mercado difícil de acceder para comprar o alquilar.

Lo que pasa con el mercado inmobiliario

Al llegar la pandemia se impactó de forma considerable el mercado de la vivienda, con previsiones de caídas de precios. El último informe de Forcadell y la Universidad de Barcelona establecen que el mercado inmobiliario estuvo en una recesión mínima con caídas del 14,5%, en comparación con el 32,6% del 2008. Pero en menos tiempo de lo esperado se comenzó a recuperar el precio de las viviendas.

Es decir, realmente no bajaron los precios de las viviendas como preveía el sector inmobiliario. Por ende, la demanda en el mercado de alquiler está en alza.

Son pocos quienes pueden comprar una vivienda, ya que los precios se impulsan hacia arriba. Aunque la oferta de alquiler no es igual a la demanda. La pandemia relanzó una compra-venta de viviendas en las ciudades que redujo la capacidad de alquiler. Esto trajo como consecuencia una mayor demanda de alquileres con pocas ofertas. Se trata de un nuevo boom inmobiliario que se mantendrá hasta 2023 con un aumento de las ventas del 25%.

De la recuperación de los precios al alquiler

El mercado de la vivienda en España mantiene un crecimiento continuo de personas que se interesan por el alquiler. Existe una población de 3,2 millones que vive de alquiler y sigue sumándose. De hecho, una vivienda llega a recibir hasta siete visitas en promedio, y se estima que en menos de 48 horas sean firmados contratos de alquiler, previamente leídos.

El aumento en el precio de los inmuebles conduce a un elevado esfuerzo de las personas de acceder a una vivienda propia. En consecuencia, las ratios de accesibilidad declinan la posibilidad de compra, por lo que el alquiler es una opción para el 21% de la población española, ante la imposibilidad socioeconómica de adquisición de una vivienda. Según un estudio de Fotocasa, ha crecido la demanda de alquiler desde los últimos 10 años cuando solo alquilaba un 8% de los españoles.

Los motivos de este desarrollo inmobiliario varían en función a lo que necesita la población. Un ejemplo destacado se ve en los jóvenes que alquilan un piso para ver clases en otra ciudad, mientras que otros alquilan para dar un paso hacia su independencia. Incluso las parejas recién conformadas y los núcleos familiares monoparentales suelen vivir en una casa o piso de alquiler. Y es que resulta mucho más accesible alquilar que comprar una propiedad.

Bajadas y subidas en el mercado de las viviendas

Como vemos, el impacto del COVID-19 no ha sido una caída total de las viviendas. Las bajadas inmobiliarias no son agudas en las ciudades, sino que se recuperan en corto tiempo con subidas constantes que le dificulta a las nuevas generaciones una adquisición de vivienda propia.

Cabe decir que después de la caída del precio de la vivienda entre 2008 y 2014, comenzó un nuevo ciclo inmobiliario de crecimiento del 12,3%, según el Ministerio de Fomento, pero mantiene un precio por vivienda del 22% por debajo. Por su parte, el INE señala una recuperación más vigorosa de las viviendas en algunas zonas del 24,7%.

El resultado es un crecimiento en diferentes velocidades que acentúa una brecha entre provincias caras y baratas. Hay una dispersión del precio de las viviendas que crece un 7,0% interanual en Madrid, un 12,0% en Parla, un 11,3% en Getafe y en lo sucesivo con otras provincias del país. Todo ello empuja una escasez de viviendas nuevas y propias en las ciudades, una gran oferta de viviendas en las zonas rurales que nadie aspira, y una oferta de pocas viviendas para alquiler en Madrid, Barcelona y otras ciudades.

El papel del alquiler de una vivienda

A pesar de los precios elevados que podría tener un alquiler en la ciudad, es la opción más viable para los españoles. Les asegura un menor gasto económico, flexibilidad y localidad de preferencia.

Si bien es cierto que en las zonas rurales es posible comprar una casa por 50.000 euros, nadie quiere habitar allí por las dificultades que se presentan. Por eso el alquiler de pisos siempre se considera como un beneficio para los jóvenes y nuevas generaciones que no pueden comprar una vivienda y desean emanciparse.

El alquiler es la oportunidad del mercado inmobiliario para que todos tengan el acceso a una vivienda sin ahogarse en las deudas o responsabilidad de una propiedad. A todo hay que verle el lado positivo y podría ser este, puesto que en las ciudades se ofrecen oportunidades laborales activas y mejores ingresos que en una zona rural donde las casas son baratas y asequibles.