La ciudad del Landro viaja en el tiempo por décimo año para celebrar un Mercado Renacentista que en esta edición por primera vez alcanza los cuatro días de duración, desde este jueves y hasta el domingo. La ambientación de las calles y los preparativos para instalar los puestos empezaron el miércoles y en la tarde de este jueves está previsto que abran a las seis con su oferta variada de productos artesanos, desde gastronómicos a bisuterías, entre muchos otros. Una decena de estos stands serán de vecinos y colectivos de Viveiro.
Por la noche un total de quince establecimientos hosteleros asociados a Centro Histórico servirán tapas renacentistas, a 1,5 euros, inspiradas en personajes u obras artísticas de la época, como Boteicelli o La Gioconda. Participan O Muro, Los Leones, Cornelius, Mesón Imperial, Kiev Café, O Atallo, O Calviño, La Fontana, Normandy, Casa Pepi, O Rincón do Tronco, La Quinta, O Recuncho, Hotel Urban y A Ría.
El viernes el mercado abre de once de la mañana a once de la noche y empiezan las decenas de actividades de animación que programa la empresa Legend y que incluyen representaciones teatrales cómicas, pasacalles o conciertos cada tres cuartos de hora. También habrá demostraciones de oficios y un rincón infantil, todo ello también el sábado y el domingo durante todo el día.
El acto más esperado del viernes es el desembarco de Carlos V y Juana La Loca, previsto para las nueve de la noche en la playa de Covas, adonde el Concello anima a acudir caracterizados a los vecinos. Allí estarán Isabel de Portugal, los cuatro linajes de Viveiro y, como animación, bailarinas de danza oriental o jinetes que harán unas justas. Los tambores de La Piedad también se sumarán al desfile hacia la Praza Maior de Viveiro, donde el procurador de la villa decidirá qué familia regirá ese año y subirán al balcón, donde Carlos V entregará la llave de la ciudad al linaje elegido y decretará tres días de fiesta.
El sábado serán las ya tradicionales comidas en la calle, más multitudinarias que nunca.
En la sala multiusos, la hermandad del Prendimiento sigue alquilando trajes de época.
