Viveiro era uno de los ayuntamientos que, durante el boom inmobiliario, más rentabilidad obtenía por las licencias de obra nueva. En el año 2005, llegó a recaudar 1.923.222 euros. La situación dio un vuelco, ya que en el último ejercicio (2013) solo ingresó 4.484 euros por este concepto. Una diferencia millonaria que refleja el desplome total del sector inmobiliario de la zona.
El parón urbanístico se arrastra desde hace unos años, pero la recaudación por licencias de obra nueva se resintió en los últimos cuatro años con únicamente 93.300 euros, una cifra ínfima si se compara con las registradas en los primeros años del siglo XXI.
También ha caído el número de licencias solicitadas. En el 2005 se pidieron 58 permisos para realizar obra nueva, mientras que en los últimos cuatro años se han solicitado 21, solo una en 2013, para una vivienda unifamiliar.
La Aplu vigilará cuatro concellos
La Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (Aplu) intensificará durante estos meses la inspección en 30 concellos gallegos. Entre ellos, se encuentran los mariñanos de Trabada, O Valadouro, Foz y Ribadeo. En la provincia de Lugo también serán vigilados Muras, Triacastela, Portomarín y Monterroso.
