Violencia,cuentas y recuerdo

LA VIOLENCIA EN LA CALLE como realidad y amenaza, el objetivo de déficit cumplido y el homenaje a Adolfo Suárez marcan la semana española. El escenario gallego vuelve a estar dominado por las investigaciones sobre corrupción en los ayuntamientos y a la actualidad de Lugo. Montoro da por cumplido el objetivo de déficit (6,62 frente a 6,5 como objetivo). Aunque la obsesión por el déficit agote a la opinión pública es ciertamente una buena noticia. Ayuda a la credibilidad como país y debe influir positivamente sobre la prima de riesgo y sobre los intereses de la deuda pública (94% del PIB). Estamos ya lejos del 11,2% que se alcanzó en 2009. Volver sobre el pasado nada resuelve pero enseña. Con el deber cumplido en 2013, estamos al doble del objetivo, 3% para 2016. La senda que sigue es de más sacrificios. Son los sacrificios de todos, lo reconoció el propio Montoro, tan dado a meter los pies en los charcos, los que han permitido el cumplir en 2013. Cuando se apunta a las comunidades autónomas -Galicia ha cumplido los deberes- no puede olvidarse que sanidad y educación son competencias a las que han de atender. Y ni en educación ni en sanidad cabe practicar más recortes. Cuestión diferente es que la sanidad pública, por ejemplo, tenga por delante importantes tareas de eficiencia económica que realizar. Pero en esto, como en tantas otras materias sensibles, la información transparente de la situación y de los objetivos que se buscan es imprescindible en una sociedad que teme el engaño y en una práctica política con el desgaste como único objetivo, que acentúa el conflicto en las materias sensibles. Para no practicar el estrangulamiento social, solo más crecimiento para poder recaudar más es el camino para cumplir el objetivo de déficit en 2014 (5,8) y, desde luego, para llegar a ese horizonte que impone Europa del 3%.

Comentarios