Vilalba se rinde al fucsia

Javier Vielba, de Corizonas. JAVIER ROSA
photo_camera Javier Vielba, de Corizonas. JAVIER ROSA

Era la prueba de fuego. El FIV estrenó este año la que será su apuesta definitiva. Un festival de pago, pero asequible a todos los bolsillos, y dos días de conciertos para dar la bienvenida a la recién llegada primavera. Y el fucsia venció sin contemplaciones.

Vilalba se inundó este fin de semana de una marea de amantes de la música ‘indie’. De jóvenes, y no tan jóvenes, dispuestos a saltar, a cantar, a bailar, a gritar, a disfrutar y a moverse al ritmo de los diez grupos que dieron forma a un cartel, que poco tiene que envidiar al de otros festivales nacionales más consolidados.

Las gafas de sol y las de pasta, las camisetas de colores, las camisas de cuadros, los modernos, los de siempre y alguno más rockero, empezaron a llegar a Vilalba el viernes por la tarde, para rendirse al fucsia, que decoró las muñecas de todos y de todas los que apostaron por el festival.

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