Vilalba recobra su esplendor medieval

Exhibición de la Escola de Movemento, en la Praza de Santa María (Foto: M. Roca/B. Domínguez)
photo_camera Exhibición de la Escola de Movemento, en la Praza de Santa María (Foto: M. Roca/B. Domínguez)

La capital chairega viajó ayer en el tiempo hacia la Edad Media y revivió así el glamour del medievo en una colorida jornada ferial que gozó con el favor de la climatología y con una elevada afluencia de público.

La apertura del mercado medieval y el consiguiente desfile inaugural de los miembros de las distintas asociaciones vilalbesas que colaboraron en la organización de esta cita protagonizaron un tímido arranque de esta edición de una feria promovida por el Concello de Vilalba en colaboración con la empresa Funcióndeuno y que parece cada vez más consolidada como una cita de referencia para los distintos municipios de la comarca chairega.

La celebración de una copiosa comida popular al más puro estilo medieval que reunió a varios centenares de personas -la mayoría integrantes de las distintas asociaciones inscritas en el registro municipal de Vilalba- constituyó la principal novedad de la presente edición de la feria medieval de Vilalba, en la que, por vez primera, los asistentes, también pudieron contraer matrimonio según el rito de la época.

Las bodas medievales, organizadas por los miembros de la Asociación de Veciños de Román y oficiadas por el presidente del citado colectivo Javier Paz, tuvieron una muy buena acogida por parte del público. De hecho, fueron muchas las parejas, de todos los géneros y edades, las que no dudaron en subir las escalinatas exteriores de la balconada de la Torre dos Andrade para, de forma simbólica, formalizar en un contrato su particular vínculo de unión.

Un espectáculo de danza del vientre a cargo de Meigas Tribal y un taller de música itinerante sirvieron para amenizar un aún medio vacío recinto ferial a media mañana. Sin embargo, este espacio ganó tanto en contenido como en visitantes conforme pasaron las horas para luego convertirse en un auténtico hervidero de personas de todas las edades.

Este público familiar pudo disfrutar durante la tarde de espectáculos de cetrería, así como del número teatral de la cacería del jabalí, recreado por los alumnos de la Escola de Teatro de Vilalba, en colaboración con las asociaciones de Vixe dos Remedios e San Roque de Carballido.

La Escola de Teatro también recreó las escenas propias de un ajusticiamiento público, un número que captó la atención de no pocos visitantes, un atractivo similar al que despertó el asalto a la fortaleza medieval, el continuo deambular de trobadores...

La implicación de los propios vilalbeses, que no dudaron en caracterizarse de época para dar mayor esplendor a esta feria medieval, es otro de los elementos a destacar en esta nueva edición de la feria, que si bien concitó la presencia de un menor número de puestos de venta, sí tuvo más bullicio popular que en años pasados.

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