En un pequeño acto simbólico, pero que demostró su fuerza para abrir la polémica desde el primer minuto, Vilalba Aberta rebautizó ayer la calle Nevado Bouza como Irmandades da Fala.
Con un gesto reivindicativo, una pegatina colocada en el lugar que durante los útimos años ocupó la placa con el nombre de la calle, los miembros de la asamblea ciudadana de Vilalba exigen retirar del callejero el recuerdo de un general franquista, para cumplir así con la Ley de Memoria Histórica del 26 de diciembre del año 2007.
«É un acto simbólico e de denuncia, queremos poñer o foco en que precisamente é o Concello -la casa consistorial está situada a pocos pasos de la plaza- o que incumpre a lei», expresaba el portavoz de Vilalba Aberta, Modesto Renda.
«Nevado Bouzo foi un coronel na Guerra Civil que acabou sendo xeneral, un asasino. Non naceu en Vilalba nin ten raíces aquí, simplemente ten unha relación coa vila porque veu aquí por problemas de saúde», explicaba Francisco Roca, minutos antes de que el actual nombre de la calle quedase tapado por el recuerdo a las Irmandades da Fala de Vilalba.
"Hai anos xa se quitou do rueiro a General Franco -agora Rúa da Pravia- e a José Antonio -a actual Avenida de Galicia-"
«Non entendemos por qué Nevado Bouza continúa no rueiro vilalbés cando hai anos xa se quitou a General Franco -agora Rúa da Pravia- e a José Antonio -a actual Avenida de Galicia-», expresaron los miembros de Vilalba Aberta, al tiempo que explicaron que, en ese acto simbólico y de denuncia «pola democracia e a dignificación do noso rueiro», decidieron aprovechar también para tratar de poner en valor al grupo das Irmandades da Fala de Vilalba.
«Solicitamos que se lles adique unha rúa, non dicimos que teña que ese esta, pero sería unha opción», explicaron, antes de leer un manifiesto en el que recordaron que en este 2016 se celebra el centenario de la fundación de las Irmandades da Fala y que la de Vilalba, promovida por Lois Peña Novo, fue una de las primeras en constituirse.
REACCIONES. Las reacciones a la nueva placa adhesiva, en un domingo de feria con mucho movimiento de gente por la mañana, no se hicieron esperar, y fueron varias las voces críticas. Una señora fue la primera en mostrarse contraria a esta propuesta y una chica apeló a las dificultades y burocracia que supondría un cambio de nombre en el callejero. Otros, se lo tomaron con humor y algunos con indiferencia. Quizás algunos no conozcan la historia.
