La Festa da Androlla llenó ayer de bullicio y vida el tranquilo pueblo de montaña de Navia de Suarna. De la soledad de Os Ancares se pasó a la falta de aparcamiento, locales de hostelería llenos y algarabía en sus estrechas calles que acallaron el murmullo del río.
En un día espléndido, una docena de puestos de embutidos de Navia agotaron los 6.000 kilos de androllas puestos a la venta, al precio de 12 euros el kilo. Balbino Fernández y su esposa Paloma Ramos estaban satisfechos: «Hai moita xente e estase vendendo moito. O público é case todo da zona e hai moitos emigrantes que levan o embutido para Madrid e Barcelona».
Contento también se mostró Hortensio Díaz Robledo, de Embutidos Suarna, la pionera y principal empresa de embutidos del municipio: «Véndese moi ben. Somos os primeiros da comarca en comercializala androlla etiquetada. Hoxe trouxemos aquí 3.000 kilos en total».
Si la Festa da Androlla llenó de público el pueblo de montaña, la proximidad de las elecciones abarrotó la falda de Os Ancares de políticos socialistas, populares, frentistas e independientes. No faltó el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, que acompañado del alcalde, el socialista José Fernández, recorrió los 40 puestos de la feria (12 de embutidos y el resto de artesanía). «Esta festa gastronómica contribúe a dinamizar a zona. Nestes concellos illados da montaña, onde hai problemas de despoboamento, cómpre ensalzar os activos da gastronomía e a artesanía. Dáse a coñecer un produto típico desta zona e, pouco a pouco, poden darse oportunidades de industria», apuntó.
El regidor se mostró satisfecho por la alta participación de público: «Un ano máis celébrase con moito éxito e boas ventas. Este ano a asociación de mulleres rurais tamén fixeron androllas».
La Praza do Concello de Navia, una especie de claustro entre viviendas con galerías, unas cuidadas y otras no, fue un hervidero de gente, con música de gaita de fondo. En la degustación gratuita del embutido hubo aglomeraciones. Una señora mayor, con arrugas y manchas en la piel, esperó paciente su ración, con mirada resignada de quien no tiene grandes ambiciones. Las gentes de A Montaña tienen la mirada limpia, no contaminada. Pero hubo quien se coló.
En la feria pudieron comprarse óleos y acuarelas de las pintoras Rocío Camino (Sarria) e Isabel Calvete (Cervantes), piezas de plata del naviego André, cuchillos de Isidro Louxas, objetos de cuero, cerámica y productos gastronómicos.
Entre los políticos asistieron José Manuel Barreiro, José Ramón Besteiro, parlamentarios y alcaldes de A Montaña y de distintos concellos de la provincia.
