Tras tres años en Perfolla, a las afueras, la feria quincenal pontesa volvió ayer a su lugar de origen, el centro urbano, aunque no para quedarse, ya que el Concello decidió alternar su celebración entre el centro urbano y la parte de atrás del cine Alovi cada seis meses. Ante esta propuesta, vendedores y clientes defienden su reubicación permanente en el centro, mientras algunos hosteleros -los que están más lejos- defienden la alternancia.
Los clientes y compradores habituales de la feria lo tienen claro. Mejor en el centro. «Gústame máis aquí pola proximidade», dice una mujer. «É moito mellor», apunta otra. «É o sitio da feira, o de sempre, e o máis cómodo», dice un hombre, que especifica que «tanto baile acabará coa feira».