Vendedores de la plaza de abastos de Sarria: "Non somos ningúns okupas"

Los afectados exhiben documentos de abono de tasas por los puestos y escritos de licencias de obra autorizadas. "Non sabemos que interese hai en botarnos", dicen
Tres afectados por la orden de desalojo exhiben documentación
photo_camera Tres afectados por la orden de desalojo exhiben documentación

Horas después de recibir la orden de desalojo de la plaza de abastos, los vendedores que ejercen su actividad en el mercado municipal de Sarria siguen sin dar crédito a la medida decretada por el Concello. "Non somos ningúns okupas", aseguran los placeros, al tiempo que muestran diversos escritos conforme pagaron tasas por instalarse en ese recinto o solicitaron licencia para adecuarlo.

La orden de desalojo, que afecta a siete puestos de cinco titulares, se basa en que "carecen da autorización pertinente para exercer a actividade de venda de produtos na praza de abastos", según el decreto de alcaldía que les fue notificado el viernes por la Policía.

Los afectados discrepan al respecto y aseguran que su situación es similar a la de otros vendedores de mercados municipales de Galicia. "Só estamos ilegais para a alcaldesa de Sarria. Non sabemos que interese hai en botarnos", denuncian los placeros, quienes recuerdan que pagan "impostos" y se someten a inspecciones periódicas de Sanidad en sus puestos.

Servando López es el más veterano en la plaza de abastos de Sarria. Llegó en el año 1981 y regentó una pescadería y una frutería, en la actualidad a nombre de su esposa. En varios sobres guarda numerosos documentos relacionados con esta actividad, como un boletín de instalación eléctrica del año 1980, licencia de obras de 1982 para acondicionamiento del puesto o permiso del Concello de 1987 para adecuar un segundo recinto en la misma plaza. Aporta también recibos de arrendamiento (de unos 21 euros por puesto) que, según asegura, pagó por transferencia bancaria desde 1981 hasta 2002, aproximadamente, año en que el Ayuntamiento dejó de cobrar estas tasas en un intento de atraer a nuevos comerciantes, apunta.

UNA ASOCIACIÓN. Otros placeros que se asentaron más recientemente presentaron por registro en su día la solicitud de concesión del puesto, que consideran aprobada al no recibir respuesta. Como prueba de su actividad, aportan también el acta fundacional de la Asociación de Comerciantes de la Plaza de Abastos, constituida en 2014 por varias de las personas a las que se ordena el desalojo.

"Nunca vin unha cousa parecida ao que pasa en Sarria e penso que non hai lei que ampare isto", opina Servando López, quien tiene puestos en otros mercados.

Al igual que él, los demás placeros son partidarios de que el Concello regularice su situación sin necesidad de recurrir al desalojo. Ponen como ejemplo "a legalización do muro da alcaldesa" y consideran que el nuevo proceso de adjudicación que tiene en marcha el Ayuntamiento —a la espera de salir publicadas las bases en los boletines oficiales— debería afectar a los puestos desocupados, respetando aquellos que llevan años instalados en el edificio.

"Como imos desmontar todo para volver despois? Unha vez que te botan, acabouse", dicen.

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