Vecinos del convento, entre sorprendidos e "incrédulos"

Expectación ante un recinto cerrado en el que las monjas continúan su actividad, aunque dejaron de comunicarse por el torno a primera hora
Convento de las Mercedarias, situado en el centro histórico de Santiago
photo_camera Convento de las Mercedarias, situado en el centro histórico de Santiago

La investigación activada por un Juzgado de Santiago, en colaboración con la Policía Nacional, para determinar si tres monjas de origen indio permanecieron retenidas contra su voluntad en el convento de clausura de las Mercedarias, en la capital gallega, ha sido recibida por los vecinos compostelanos con una mezcla de "sorpresa" e "incredulidad".

Así lo han transmitido varios vecinos de este convento, situado en una zona céntrica de Compostela, consultados por Europa Press, mientras que las religiosas, de acuerdo con la obligación que determina la condición de clausura, continúan con sus actividades habituales dentro del recinto y en medio de una gran expectación mediática.

Los numerosos periodistas que, a lo largo de la mañana de este martes, se acercaron al convento de las Mercedarias se encontraron con un edificio cuyo torno, por el que habitualmente las monjas se comunican con el exterior, para entregar o recoger productos, permanece cerrado desde primera hora.

"No sé nada; me entero ahora que me lo dices tú, pero me llamó la atención que estuviese cerrado porque siempre está abierto a esta hora", ha explicado una vecina de la capital gallega, habitual del convento, donde recoge huevos, tras encontrarse sin poder acceder al centro.

Sí pudo ser atendida en una puerta lateral del centro por un hombre que rehusó atender a los periodistas hasta en dos ocasiones, también cuando despachó al cartero. Previamente, del interior hasta la puerta de entrada había salido una mujer que instó a los informadores a abandonar el recinto porque las religiosas no iban a hacer "declaraciones".

Aunque en el convento prevalece el silencio, el Arzobispado de Santiago ha negado que las religiosas originarias de la India estuviesen retenidas en este lugar y ha aclarado que las mujeres habían iniciado un proceso para dejar los hábitos.

Fuentes del Arzobispado han confirmado a Europa Press que la congregación les ha trasladado que las mujeres "no estaban retenidas" en el convento ni se habían producido "coacciones". A mayores, apuntan que tampoco se les había "retirado la documentación".

"SON MUY BUENA GENTE, DAN BOCADILLOS". Hasta el convento se acercaron este martes no solo periodistas, sino también turistas interesados en saber qué había ocurrido, pero tampoco dejaron de ir vecinos más o menos asiduos, algunos de ellos, necesitados a los que las monjas ayudan proporcionándoles bocadillos y otros alimentos.

"Son muy buena gente, de verdad", ha señalado uno de los hombres que en esta jornada se encontró el torno cerrado y no pudo contactar con el interior del convento. Ha explicado que él suele hablar con la misma persona, aunque no la llega a ver, por lo que no sabe cuántas monjas residen en el convento ni su edad.

Sí, que "son muy buena gente" y que ayudan con "bocadillos" y otros alimentos a quien lo necesita. "No a todos, eh. Hay que ser bueno", ha remarcado este habitual del convento, quien, sin conocer directamente a la madre superiora, pone en duda que pudiera hacer creer a otras monjas que serían deportadas si lo abandonaban.

Partidarios de la misma tesis se han mostrado otros vecinos de la zona que se detuvieron a charlar con los periodistas antes o después de acudir al mercado de abastos, muy próximo al lugar. Una mujer de avanzada edad fue un paso más allá al mostrarse convencida de que es "todo mentira" y al acusar a los medios de difundir "solo mentiras".

"NO SON TAN HUMILDES". A las voces de apoyo e incredulidad se han sumado otras más sorprendidas y preocupadas por los hechos. "En Santiago nunca se sabe, aquí pasa de todo", ha manifestado uno de los transeúntes de la zona, mientras recordaba otros casos como el de Asunta o el robo del Códice Calixtino en la Catedral compostelana.

Con independencia de la opinión que puedan tener o de su contacto previo con las Mercedarias, todos los consultados, entre los que se encontraba una monja de otra orden, coinciden en que no saben "nada" oficialmente y que hay que ser prudentes, a la espera de como avanza la investigación.

Con todo, después de trascender este caso, ya se ha oído alguna voz crítica por la zona. Es el caso de una vecina que dijo haber mantenido algún contacto con las religiosas de carácter comercial y que no le dieron "buena espina". "No son tan humildes como otras religiosas", ha esgrimido.

Comentarios