Vecinos de Sarria crean una ONG para ayudar a familias de África

Los propietarios del albergue sarriano A Pedra, José Mejías y Marta Cortiñas, pusieron en marcha la ONG Hospitaleros Sin Fronteras con la intención de ayudar a familias necesitadas de zonas rurales de África. Para ello cuentan con la colaboración de sus vecinos Miguel Ángel Rodríguez y Dolores López.

Todo comenzó hace ya ocho años, después de que José Mejías y Marta Cortiñas quedasen consternados tras unas vacaciones a M'’Bour, una pequeña ciudad al sur de Senegal. "Estuvimos tres meses afligidos, dándole vueltas a todo lo que habíamos visto. No te imaginas el nivel de pobreza que hay hasta que lo ves tú mismo", apuntó Mejías. Fue entonces cuando decidieron comenzar a realizar viajes a este país africano y hacer pequeñas donaciones propias. Con los años, fueron desarrollando nuevas iniciativas hasta lograr crear la organización. "Fundamos la ONG por culpa de Miguel Ángel Rodríguez, que fue quien nos convenció para hacerlo, pero esto no va a cambiar nada, solo es un paso más para seguir creciendo", aclaró.

Sus principales donaciones son de material escolar, comida y productos sanitarios que la gente les ofrece o que compran con los fondos recaudados. "Nunca donamos dinero, preferimos darles cosas que sabemos que necesitan de verdad", explicó. La mayoría del material viene a cargo de conocidos y sobre todo de peregrinos que pasan por su albergue. "Al ver una foto que tengo en Senegal muchos se muestran interesados por el tema y al llegar a su casa nos envían una gran cantidad de materiales que ya no utilizan, pero que son muy necesarios en África", relató. En las últimas ocasiones recaudaron un gran número de teléfonos móviles usados, precisos, dijo, para el desarrollo de muchas profesiones en el país africano.

HUCHAS SOLIDARIAS. Además, la ONG cuenta con huchas solidarias instaladas en 15 albergues de la zona, donde la gente puede aportar dinero que se destinará íntegramente a la compra de comida en el país. "El año pasado donamos más de 500 kilos de arroz, un producto en el que se basa su alimentación, pero muy caro allí. Esperas que con el bajo nivel de vida los productos sean más baratos que en España, pero ocurre justo lo contrario", afirmó.

También tuvieron la oportunidad de adquirir otros artículos como 20 kilos de caramelos o multitud de balones que repartieron entre los niños de la zona. "La reacción y el agradecimiento que muestran es algo que te llena de verdad, nunca antes habíamos hecho nada parecido", confesó.

Aseguró que hay una gran cantidad de personas que se involucran, hacen donaciones importantes e incluso se ofrecen como voluntarios para acompañar a Hospitaleros Sin Fronteras en algunos de sus viajes. Un ejemplo de esto es Míriam Álvarez Martínez, la última peregrina en ofrecer su apoyo a la organización. "Hice voluntariado, pero nunca e este nivel. A pesar de que apenas conozco a José y Marta, después de contarme lo que están haciendo me gustaría mucho poder participar, creo que tienen mucha iniciativa, un buen proyecto y son muy valientes por llevarlo a cabo", señaló esta peregrina.