Vecinos de Mundín acusan a otro de causar reiterados daños en sus propiedades

El pequeño núcleo de Mundín, en Lier (Sarria), vive desde hace años un conflicto vecinal que motivó ya denuncias cruzadas y ha llegado a los tribunales. Varios residentes aseguran que sufren continuos daños en sus terrenos, de los que culpan a otro.

Estos desperfectos afectan a parcelas de tres vecinos. Los afectados mencionan, entre los destrozos que les causa esta persona, la retirada de cierres y marcos de propiedades para "apropiarse de partes delas ou mesmo de fincas enteiras", la apertura de un camino para su vivienda por la parcela de una vecina sin su permiso y el derribo de árboles. También aseguran que ara, siembra y recoge cultivos en parcelas de otros vecinos, impide el acceso de estos a sus propiedades "facendo zanxas no terreo", sus vacas pastan en fincas que no son suyas o "labra leiras doutro que estaban a herba para ensilar estragando esta".

Afirman que presentaron denuncias y que tienen informes periciales y de la Guardia Civil, actas notariales o escrituras. Se quejan de la "nula protección" de la justicia y que la problemática no se soluciona, sino que se "agranda".

El conflicto entre vecinos por terrenos se remonta a hace más de 20 años. Entonces incluso se llegó a producir una agresión, que remató con tres miembros de la familia del vecino ahora denunciado en prisión, señalan.

"As propiedades que teus pais mantiveron toda a súa vida están en risco" por este lugareño, dicen. "Afirma ser propietario das túas terras e non ten un só papel para demostralo", manifiestan. Consideran que la situación es "insostible" y que les impide "vivir con tranquilidade e cáusanos serios danos económicos e morais".

"Que podemos facer? Irnos e deixarlle todo ou darlle o patrimonio á xustiza? Hai xulgado en Sarria? A Garda Civil di que non pode facer nada sen orde do xuíz. Incluso pon pegas para facer as denuncias. Os veciños non podemos tomar a xustiza pola nosa man", señalan y piden una solución. "Din que neste país hai democracia, pero é mentira. Sen xustiza, non hai democracia", opinan.