Vecinos de Láncara sufren recibos "desorbitados" por atrasos del Ibi

El alcalde califica de "salvaxada" los cobros del ‘catastrazo’ y acudirá a la Valedora do Pobo
Vista área del núcleo de A Pobra de San Xiao.
photo_camera Vista área del núcleo de A Pobra de San Xiao.

El malestar y la preocupación se han apoderado de los vecinos de Láncara a los que comenzaron a llegar recibos con cantidades "desorbitadas" en concepto de atrasos de cuatro años del impuesto de bienes inmuebles (Ibi) tras los nuevos valores del proceso de regularización catastral realizado en el municipio.

El alcalde, Darío Piñeiro, explica que está llegando una primera remesa de cartas del ‘catastrazo’ a medio centenar de vecinos, muchas de ellas reclamando el pago de "600, 800, 1.000, 1.500, 2.000 e ata 3.000 euros", lo que califica de "auténtica salvaxada". "Paréceme unha inxustiza que se cobren catro anos de atrasos, dende o 2012 ata o 2015 cando, por riba, a situación no rural xa está como está", afirma el regidor, quien anuncia que acudirá a la Valedora do Pobo ante esta problemática.

"A xente está que trina", asegura uno de los afectados, a quien le reclaman más de 3.000 euros por la ampliación de un negocio. "Nalgúns casos triplícase ou cuadriplícase o que se viña pagando. Son cantidades desorbitadas, de ata mil euros por palleiras ou alpendres", afirma este vecino.

"Nalgúns casos triplícase ou cuadriplícase o que se viña pagando", señala un afectado, al que reclaman más de 3.000 euros

A lo largo del año 2015, la Dirección General del Catastro abordó un proceso de regularización catastral en el municipio de Láncara, del cual Darío Piñeiro culpa al anterior gobierno municipal porque, según su versión,"foi quen o solicitou en marzo do 2014".

La revisión catastral ya generó quejas en su momento en Láncara por el cobro de una tasa de 60 euros por el alta de nuevas construcciones o de ampliaciones.

Aquella regularización supuso, en muchos casos, un aumento del valor catastral de las propiedades y, en consecuencia, de las cantidades que deben abonar los vecinos en concepto de Ibi. En el caso de Láncara, la contribución urbana está fijada desde hace tiempo en el 0,50. El Ibi rústico era del 0,65 y, en un pleno a finales del pasado año, se aprobó su rebaja al 0,50, una disminución que comenzará a aplicarse en 2018, por lo que no afecta al ejercicio en curso.

Los lancareses están recibiendo ahora cartas en las que se les reclama la diferencia entre lo que pagaban con los viejos valores y lo que tendrían que pagar con los nuevos, para el período entre 2012 y 2015. La Diputación es quien pasa al cobro estos recibos al tener delegada la recaudación del Concello, "pero faino en base aos datos que lle pasa Catastro", dice Piñeiro. Recuerda que los afectados tienen la posibilidad de fraccionar el pago y que el Concello acaba de abrir una oficina en el consistorio para atender cualquier duda o ayudar en caso de reclamaciones.

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