Vecinos de la calle Cervantes de Foz han iniciado un recogida de firmas contra el proyecto de construcción de una gasolinera en el municipio, justo en el entorno de sus casas, a la entrada en la localidad desde Burela. Una ubicación que consideran que no reúne los requisitos de seguridad suficientes que requieren este tipo de instalaciones.
«Está solo a unos metros de la escuela infantil y de la Sala Bahía, donde se celebran diversas actividades y bailes todos los fines de semana», aseveran los promotores de la recogida de firmas, quienes recuerdan también que además del asilo de ancianos, justo enfrente, hay muchas viviendas que estarían muy cerca de la gasolinera y piensan que «no es el lugar más idóneo, porque es además un sitio de paso», recalcan, al tiempo que recuerdan que hay otras muchas opciones sin casas próximas.
Los afectados se muestran preocupados por los problemas de seguridad que puede acarrear esta instalación, además de lamentar que todo el proceso se desarrollase «con el mayor de los sigilos», lo que les llevó, dicen, a enterarse por los medios de comunicación del inminente inicio de las obras, para lo que ya se ha efectuado algún movimiento de tierras en el solar.
DESAPERCIBIDO. «No supimos nada de los trabajos y, al parecer, el proyecto solo estuvo en la página de la Consellería de Medio Ambiente a exposición durante quince días, pero ya no está disponible, con lo que no hemos podido presentar alegaciones en contra», lamentan, mientras temen que detrás haya «intereses económicos» que hayan posibilitado la rapidez en la ejecución del proyecto.
Aunque apenas llevan unas horas pidiendo el apoyo del resto de los vecinos de Foz, están satisfechos con la respuesta. «A verdade é que a xente está a respostar ben», aseguran los vecinos, que iniciaron la petición de firmas por la zona más próxima a la apertura de la instalación, pero que continuará por todo el municipio, reclamando el apoyo incluso de comerciantes para poder dejar en sus locales las hojas de firmas. También piden el respaldo de la asociación de vecinos de la localidad.
Confían en conseguir un número elevado de respaldos, con el que hacer presión para que el asunto se debata en pleno, para que se puedan pronunciar todos los grupos políticos. Su finalidad última es conseguir que se pueda dar marcha atrás al proyecto, para el que el Concello de Foz ya ha concedido licencia, algo sobre lo que esperan estos días debatir con el alcalde, Javier Castiñeira, que ayer estuvo fuera del consistorio y no pudo recibirles.
En este sentido, los grupos de la oposición ya hicieron públicas sus reservas sobre si la ubicación era la más adecuada.
