El municipio de Ribadeo, como muchos otros, dispone de numerosos espacios que antiguamente los vecinos utilizaban como zonas de baño y que el paso de las décadas fueron dejando en el olvido. Mientras algunos languidecen, otros fueron devorados por el avance de la modernidad y otros, con más suerte, están viéndose reivindicados por algunos vecinos que poco a poco van sacándolos del olvido. En el saco de los primeros, los que se encuentran en el olvido, se encuentra un pequeño rincón enclavado entre O Cargadeiro y el puerto deportivo y que los ribadenses de antaño denominaban Puerto Estrecho.
El lugar fue habilitado para acceder a él cuando construyeron una serie de accesos en el entorno con unas escaleras que acabaron por hacer el lugar más accesible. Sin embargo ya no se utiliza. Incluso hay poca gente que baja hasta allí. Una vecina, Enedina López recuerda que era un lugar muy utilizado habitualmente hace décadas también con el nombre de Chipi, pero lamenta que "hoy solo se encuentran allí un montón de piedras que año tras año se fueron desprendiendo de un muro que está por arriba".
Dice que allí bajaban "desde abuelas, nietas, a chicas jóvenes y mujeres de todas las edades que les encantaba su agua cristalina".
A Areosa se encuentra en la carretera que va bordeando la costa de Ribadeo a Rinlo, en Piñeira. Es una cala ubicada junto a unos pinos a la que ya no acuden más de dos docenas de ribadenses, todos ellos fieles visitantes de un lugar que destaca por su discreción y por ser un lugar tranquilo donde el sol aprieta cuando sale.
Hace años la ría de Ribadeo era un lugar en el que mucha gente disfrutaba de forma especial de los lugares de baño que ofrece. Uno de ellos era Riberas del Eo. Ubicado al inicio de lo que hoy es el paseo marítimo, disponía de unas casetas en las que las embarcaciones podían amarrar y la gente ir a nadar. Las casetas se abandonaron y al ir deteriorándose fueron totalmente demolidas por Costas hace ya varias décadas para devolver así todo ese entorno privilegiado a su estado original.
Mucha gente de Ribadeo, pero sobre todo de la zona de A Devesa era usuaria de una playa hoy en desuso: Xuncos. Situada a menos de un kilómetro de Os Castros en dirección a Ribadeo, este arenal fue uno de los tradicionales dentro de la historia del municipio.
Pero sus características hicieron que le ganase terreno Os Castros. Muy pequeña, se queda sin arena en marea alta. Aún así, en los últimos años el Concello trató de volver a ponerla en valor. Se la publicitó algo más y Costas le adecuó unas escaleras de acceso además de estar incluida en varias rutas. Aún así, tiene pocas visitas.
Eso sí estos y otros entornos gozan todavía del encanto con el que un día atraparon a varias generaciones de ribadenses que aún los recuerdan.
La ría de Ribadeo disponía de numerosos entornos utilizados habitualmente por los vecinos para ir a nadar o a tomar el sol
