Vecinos y usuarios de la carretera de Piornedo critican el mal estado en el que se encuentra el firme. Explican que el asfalto fue retirado en algunos tramos de la vía para completar la red de saneamiento de la aldea y que, más de un año después de la obra, todavía no fue repuesto.
Tras el invierno, las zanjas abiertas se han convertido en baches y, según los usuarios de la zona, se amplían cada día. "Menos mal que este inverno non choveu moito, que se non xa atravesaban a estrada e deste xeito case chegan á metade", afirma uno de los afectados.
El alumbrado público, instalado por primera vez el año pasado tras numerosos impedimentos, todavía no funciona
Las obras de ampliación de la red de saneamiento de Piornedo formaban parte de un plan más amplio de actuación en el que colaboraban la Diputación Provincial de Lugo, la Xunta y el Concello de Cervantes. El programa, con un presupuesto de 260.000 euros (160.000 de la Diputación y 100.000 de la Xunta), incluía arreglos en los techos de las pallozas, la instalación de alumbrado público, hasta entonces inexistente, y la ampliación de la red de saneamiento para dar servicio a todas las construcciones de Piornedo, incluido el hotel y la fábrica de embutidos, que no tenían.
Las obras terminaron el año pasado, pero los vecinos no están satisfechos. Consideran que la red de saneamiento, además de las citadas deficiencias en el remate del asfaltado, no ha tenido en cuenta las características del suelo de la zona para calcular los desagües. Así, las canalizaciones vierten las aguas depuradas en dos caminos, uno de los cuales, de base rocosa, no consigue asimilar el caudal y son frecuentes las inundaciones.
Pero la mayor queja de los vecinos se centra en el alumbrado público, pues tras décadas reclamando luz para las calles de Piornedo, siguen sin ver por la noche porque la iluminación instalada no funciona. Desconocen el motivo por el cual no se enciende. "Primeiro dixeron que había que cambiar un poste do tendido, pero xa o fixeron e segue sen funcionar", dicen.
Las exigencias de Patrimonio obligaron a colocar pequeños postes con luz de baja intensidad, para evitar la contaminación lumínica y el impacto visual en la aldea y sus pallozas. "En canto veña unha nevada non se ven porque a que se acumula nas beiras xa os tapa, pero xa que están, polo menos que funcionen", reclaman los vecinos de Piornedo.
