Unos 200 vecinos de Paradela fueron encarcelados y más de 20 paseados en la Guerra

La desmedida represión en Paradela, donde se generalizó la ‘caza del rojo’ se refleja en los 15 fusilados por sentencia militar, a los que se unen más de 20 vecinos paseados. Más de 200 personas, incluidas mujeres, fueron encarceladas en Lugo, Monforte y Sarria.

El grado de conciencia y militancia política era notorio. El Ayuntamiento contaba con una agrupación republicana filial de la Orga, con un buen número de afiliados. Los enfrentamientos con algunos párrocos eran frecuentes.

El primer encontronazo se produjo el 17 de noviembre de 1931 con el párroco de Castro de Rei, Francisco Ochoa García, durante la conducción del cadáver del afiliado republicano José López Quiroga, cuyo féretro era acompañado por cientos de correligionarios portando una bandera. El cura, molesto con la manifestación, efectuó comentarios contra el sentir republicano y la bandera del régimen. Tras una discusión, se negó a oficiar el sepelio y dejó en manos de otro cura la ceremonia.

La iglesia de Castro de Rei fue incendiada en 1932 y la rectoral el 19 de julio de 1936. Sobre la autoría de este último incendio existen dudas. Los republicanos acudieron al lugar al oír que allí se guardaba «una saca llena de balas y armas», según recoge el relato. Las criadas, ya que el cura no estaba, los recibieron a tiros y permanecieron lejos de la casa. Fueron otras cuatro personas, entre ellas la que avisó de que había armas, quienes entraron por la parte posterior para provocar el fuego y robar. El 21 de octubre de 1937 se inscribe en Sarria el fallecimiento de Francisco Ochoa García, de 66 años, víctima del ataque de un grupo de huidos.

Suceso parecido fue la quema de la casa del párroco de Sesmonde, el 20 de julio. Un grupo de vecinos acudió para efectuar una requisa de armas y el cura les respondió con disparos y mató a Francisco Arias Pérez. En esos días también ardió la casa de Tosende de Vilachá de Cortes.

Desde el golpe del 18 de julio se inició una fuerte represión, con la instalación de dos cuarteles de la Guardia Civil, reforzados con la presencia de militares durante la guerra y en los años cuarenta.

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