El mundo del vino lo conoce desde pequeño por tradición familiar y desde hace más de una década es uno de los profesionales más reconocidos de la denominación de origen por su trabajo como enólogo y director de la bodega chantadina Condado de Sequeiras.
Las vueltas que da la vida, sobre todo en el terreno profesional, son cada vez más frecuentes. En muchos casos permiten encontrar el destino definitivo retornando al pasado familiar sin tenerlo previsto. El chantadino Aarón Rey Calvo, nacido en 1976, es una de las personas que da fe de ello. Recuerda que desde siempre sintió atracción por el mundo del vino porque la vitivinicultura era una de las actividades de su familia, pero llegado el momento de formarse se decantó por el mundo empresarial. Después de trabajar durante tres años en una multinacional como técnico en electrónica se quedó sin empleo y aprovechó los dos años de paro para volver en parte a los orígenes. Estudió el ciclo superior en Industrias Alimentarias en Ponteareas, especilizándose en Enología y Viticultura, y nada más acabar entró en la bodega Condado de Sequeiras. Como experto realiza un repaso a la denominación y a su nueva apuesta por los vinos blancos.
¿Cómo comenzó su actividad en la bodega?
Cuando estudiaba en Ponteareas, el empresario de la bodega, Francisco Varela, solicitó información al centro para conseguir personal y le dieron mis referencias. Fue una casualidad. A partir de ahí comenzamos a trabajar duro porque se trataba de montar la bodega y preparar los viñedos después de una minuciosa selección para lograr tener a punto unas ocho hectáreas, la mayor parte emplazadas en O Saviñao aunque la bodega está en Chantada. Una vez en marcha, después de un trabajo intenso durante tres años, la primera añada salió en abril de 2004 con una gran acogida por parte del público.
«Es necesario apostar mucho más por el enoturismo»
¿Qué opinión le merece el trabajo desarrollado desde el consejo regulador de la denominación?
Desde un principio hizo una gran labor para poner los vinos en el lugar que se merecen. Creo que se siguen haciendo bien las cosas y eso sirve para que también las hagan los productores.
