Unión imposible

Los paseos del Rato y el Miño en Lugo esperan unas mínimas obras de acondicionamiento para su unión. Estamos en uno de los mejores parques periurbanos de Galicia que utilizan los lucenses. Los anuncios se repitieron, como es norma. Las obras no llegan. Pero seguro que hay materia para un cruce de rifirrafes y polémicas entre administraciones. Nadie, como es norma, asumirá responsabilidades.

Crímenes

Las conversiones religiosas forzadas bajo amenaza de muerte, las ejecuciones sin juicio, las torturas, la privación de libertad a la mujer hasta para su indumentaria, la imposición bajo amenaza de normas de conducta en base a particulares normas religiosas son un retroceso en el túnel del tiempo, aunque se produzca en Irak. Son crímenes contra la humanidad, como dice la Onu. Los fundamentalismos religiosos no son formas culturales a respetar, como a veces se presentan. Son ataques a la libertad individual y colectiva.

Educar a las vacas

Multar por la bosta de las vacas es la demostración de que aquí se puede multar por todo. Sucede en el ayuntamiento de Santiago, por denuncia de un vecino al que molestan en un camino asfaltado los excrementos de las vacas. Sucede en Galicia, el país de las vacas. Pudieran organizar cursos de formación, con dinero público por supuesto, para que las vacas aprendan a retirarse a la intimidad del establo para estampar allí la bosta. Y el día en que la hierba provoque diarrea en los animales habrá que certificar una baja y que pague Alemania. Aquí los purines, los lodos industriales y otros vertidos se salpican con cisternas para cumplir como repelentes ambientadores. Cabe esperar que el buen alcalde de Santiago, Agustín Hernández, no tema prevaricar y mande la multa a la bosta.

Comentarios