Cerca de 200 personas se reunieron ayer en el atrio de la iglesia parroquial de Conforto, en A Pontenova, para enfrentarse al cura de la parroquia, que estaba acompañado por el de Riotorto, y pedirle explicaciones sobre la restauración que se llevó a cabo en la imagen de la Virgen sin avisar. Los ánimos estaba tan caldeados, con personas llegadas no solo de la parroquia sino de otros puntos del municipio, que tuvo que acudir la Guardia Civil.
Según explicaron los vecinos, el sacerdote titular de Conforto, Xosé Anxo Fernández López llegó al templo a la hora de la misa diaria acompañado por el de Riotorto, Antonio Rúa. Ambos entraron al interior del templo y oficiaron misa, aunque ningún feligrés asistió e incluso uno de ellos cerró la puerta de la iglesia. Una vez terminado el oficio, los dos salieron al atrio e intentaron explicar con fotografías la restauración a la que se había sometido la imagen.
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