Una vuelta a las raíces

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el pub nordeste de San Cibrao ha dejado temporalmente las exposiciones de pintura y, en un retorno a sus orígenes, expone una colección de cartas náuticas. Son cinco, de diferentes años, las que cuelgan de las paredes y que sirven no solo para recordar la historia marinera de la localidad, sino también para pararse a pensar en lo mucho que significó el mar para la zona, pues todas ellas han sido cedidas por una familia marinera que fue guardando con mimo las cartas que sirvieron de guía para la flota que mandaron.

Ánxel Fernández, el propietario del Nordeste, se detiene en la que más le gusta, una del año 1867 del Golfo de Vizcaya. «É moi especial», reitera, mientras explica que era la que usaba la flota mariñana que pescaba en Gran Sol, uno de los principales destinos todavía en la actualidad, «e colle toda a fachada cantábrica, Francia, a entrada no Canal da Mancha, San Xurxo e a parte sur de Irlanda».

La siguiente en antigüedad data de 1918 y, además de carta, es portulario, con una descripción detallada de los puertos y faros, en este caso de los existente desde Touriñán a la Estaca de Bares, con las dársenas de Corme, Camariñas, Cedeira o A Coruña. Hay otras dos de 1919 y recogen la zona de las Rías Altas, desde Cabo Prior hasta San Cibrao, pasando por Cedeira, Ferrol, Estaca, Ortigueira, Viveiro y O Vicedo, un recorrido típico de la flota más local. La más moderna es de 1952, en la que ya aparece alguna tonalidad de color.

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