José Ramón Cancio, lucense de nacimiento pero madrileño de corazón -en la capital española vivió casi toda su vida- pinta una media de cinco cuadros al mes en el asilo de Foz, casi todos por encargo. Con 79 años, explica que dedicó su vida a la pintura y a su profesión de delineante en proyectos de ingeniería.
Este artista es
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