La compañía telefónica Movistar deberá abonar un total de 5.061,20 euros a una vecina de Foz, Josefa Rego Feijóo, por poner su nombre en una lista de morosos tras no pagar una factura cuando tenía la línea dada de baja.
Rego Feijóo adquirió un móvil de contrato con 18 meses de permanencia y abonó la primera factura. La empresa le cortó el suministro «de forma unilateral» y le emitió una factura de 147,02 euros cuando ya tenía la línea fuera de servicio. Telefónica requirió el pago y la inscribió en el registro de morosos. La afectada realizó varias reclamaciones ante propia compañía, la oficina del consumidor y el Instituto Galego de Consumo, y finalmente recurrió a la justicia, que ahora le da la razón.
El juzgado de primera instancia número 2 de Viveiro emitió una sentencia por la cual estima en parte la demanda de la afectada y condena a la firma a abonar 2.061,20 euros por los daños y perjuicios sufridos por el incumplimiento contractual y 3.500 euros por daño moral por la vulneración del derecho al honor.
