Una conductora de 38 años de edad, del municipio lucense de Baralla, fue interceptada hace poco más de una semana por una patrulla de Tráfico de la Guardia Civil en Navia, después de circular al menos 40 kilómetros en sentido contrario por la Autovía del Cantábrico (A-8). Accedió erróneamente a la infraestructura desde la entrada cercana a la cooperativa Os Irmandiños, chocó contra el quitamiedos cuatro kilómetros después y prosiguió la marcha, hasta que los agentes la interceptaron en la localidad asturiana de Navia.
La lucense tendrá que responder por dos delitos contra la seguridad vial, no solo por conducir en sentido contrario, sino por hacerlo bajo la influencia de sustancias estupefacientes y del alcohol, por lo que el juez podría condenarla a la retirada del carné de conducir por un plazo de tiempo, que oscila entre los dos y los ocho años.
La barallense, que viajaba sola, dio la vuelta a la altura del túnel de Navia y los agentes pudieron interceptarla en el municipio de La Caridad, más próximo a Ribadeo, en el Occidente de Asturias.
El suceso ocurrió en torno a las dos de la madrugada, hace poco más de una semana.
MÁS CASOS. En los últimos cuatro años, se han registrado al menos otros cuatro casos de conductores interceptados por la Guardia Civil circulando en sentido contrario por la A-8, en el Occidente de Asturias; la mayoría de ellos, ancianos. Uno de los conductores, que arrojó una cantidad de alcohol de 0,90 miligramos por litro en aire expirado, impactó directamente contra el coche patrulla, cuando éste trató de detenerlo.
La mala señalización de los accesos a la autovía, donde faltan pivotes y hay curvas de más de 180 grados, contribuye a causar estos siniestros.
REVENTÓN. Por otro lado, una joven que conducía un Volkswagen Passat por la Autovía del Cantábrico a su paso por el concello de Barreiros en dirección Ribadeo sufrió hacia las tres de la tarde de ayer el reventón de una rueda y se salió de la vía. La mujer salió ilesa de este accidente, aunque los testigos señalan que las consecuencias pudieron haber sido muy graves porque a punto estuvo de invadir el carril contrario.
Fue el conductor que circulaba delante el que avisó del accidente, que ocurre un día después del registrado en el viaducto de Coria, también en Barreiros, en el que el quitamiedos evitó que un camión se precipitara de noche al vacío tras salirse de la vía.
