Una suelta de conejos ilegal y que no está todavía aclarada en la parroquia de Oirán, en el municipio de Mondoñedo, ocasionó un problema medioambiental. En una finca donde se cría porco celta estos animales llevan varios meses conviviendo con los conejos y que se han acomodado en sus fincas. Según los vecinos, no se trata de conejos salvajes, sino que son conejos cruzados que no pueden sobrevivir por sí solos, por eso están acabando con los árboles y arbustos que encuentran a su paso. Además, estos animales se reproducen muy rápido y cada vez el problema es mayor.
Una de las vecinas, Lucinda Monasterio, se dedica a la cría de la especie de porco celta y ve que su negocio se puede arruinar si los conejos siguen allí más tiempo. «Eu non sei quen os botou, pero eu teño medo de que os meus porcos morran por comer excrementos deses coellos que andan soltos e que poden ter enfermidades», explica. Asimismo, a principios de año preparó la finca y plantó árboles nuevos para crear un entorno idóneo para sus animales, pero ahora los conejos ya le estropearon varios nogales y comen todo lo que encuentran.
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