Una seta de récord en los montes de Láncara

El sarriano José Antonio Quiroga descubrió un hongo de 40 kilos de peso y 1,10 metros de diámetro, que convertirá en una escultura
José Antonio Quiroga, en su casa de Betote, con la seta de 40 kilos de peso
photo_camera José Antonio Quiroga, en su casa de Betote, con la seta de 40 kilos de peso

Un paseo para buscar restos de árboles con los que elaborar esculturas llevó al sarriano José Antonio Quiroga Sobrado a hacer un hallazgo "sorprendente": una seta de "40 quilos" de peso.

El descubrimiento se realizó el domingo en el municipio de Láncara y no pudo recogerla hasta el día siguiente, ya que fueron precisas dos personas para hacerlo. "Chegounos ben collela polo seu peso e tamaño. Enche a maleta do coche, imaxino que non é nada común", señaló Quiroga, "moi contento" por tal hallazgo.

La seta, que alcanza los 1,10 metros de diámetro, podría ser una trametes versicolor, según expertos. Para retirarla fue necesario hacerlo poco a poco y con mucho cuidado para intentar no causar daños y permitir que se pueda reproducir. "Espero que para o ano que vén saia outra e a ver que tamaño ten", aseguró. De ahí que prefiera no desvelar el lugar del hallazgo. Para el sarriano es "incrible" que nadie se percatara antes de la seta porque esta "nun sitio de moito tránsito".

El objetivo del vecino es convertir el hongo en una escultura, para lo que el primer paso será deshidratarlo. "Hai que telo ó aire, á sombra, e incluso pódese poñer un ventilador. Monteino nunha carreta porque ás noites hai que gardalo porque co orballo volvería hidratarse", afirmó el artesano en su vivienda de la parroquia sarriana de Betote.

PROCEDIMIENTO. Este proceso se prolongará durante unos cuatro meses, tras lo cual limpiará la seta y la colocará en una peana de madera. El procedimiento finalizará dándole un acabado, como barniz o cera. El sarriano aseguró que deshidratarla es "a forma de que non morra a seta porque xa estaban empezando a comela as babosas e a desfacela".

No es la primera vez que el artesano utiliza un hongo para convertirlo en escultura, pero ninguno de este tamaño. Según contó, hace unos años elaboró otras dos piezas, a una de ellas le dio una capa de pintura y a otra cera. Estas pesaban "tres ou catro quilos", muy lejos de los 40 de su descubrimiento del domingo.

José Antonio Quiroga lamentó que estas obras terminen "descompoñéndose" después de unos tres años. "Empezaron a desintegrarse a causa dos mosquitos", apuntó este artesano, quien habitualmente elabora esculturas a partir de raíces y troncos de árboles muertos. De estos restos obtiene variadas figuras y nunca dos iguales porque, como él dijo, no hay dos árboles iguales.

Su afición por el mundo de la escultura comenzó hace unos ocho años, después de que un carpintero que cerró su negocio le regalara varias herramientas. A partir de ahí el sarriano, quien está jubilado, comenzó a asistir a clases de talla en madera. Además, creó en su casa un pequeño taller en el que dar vida a sus obras, que ya pudieron verse en exposiciones en Sarria y Lugo. En estos años elaboró decenas de trabajos, a los que en unos meses se unirá una pieza de récord, la escultura de una seta de 40 kilos.

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