Foz fue la localidad escogida este año por la Consellería de Medio Ambiente para celebrar en la provincia el Día de los Humedales, que se celebra desde hace 41 años, y lo hizo con una anfitriona de honor, la directora del Centro Español de Humedales, María José Viñals, que ofreció una charla en la que analizó la relación entre estos ecosistemas y el turismo como actividades complementarias. Por la mañana, un grupo de estudiantes visitaron la ría con expertos, lo que les permitió conocer de primera mano las características del humedal y descubrir algunas de las aves que vienen a la zona a pasar el invierno.
Anátidas y limícolas son las que más usan la ría focense como refugio, en el que se asientan huyendo del frío invierno del norte de Europa o bien la usan solo como lugar de descanso temporal para seguir a otros lugares de invernada más numerosos, como Doñana. En ambos casos, utilizan los bancos de arena para pasear y alimentarse, según aseveró ayer Antonio Callejo, jefe del servicio de Protección da Natureza, de la Consellería de Medio Ambiente, encargado de guiar el paseo por la ría y quien explicó a los chavales, junto con Óscar Peña, jefe de Biodiversidad del citado servicio, las características de la ría.
Interés
Los expertos recordaron a los jóvenes la importancia de conservar la naturaleza, aunque recalcaron que esto no significa no tocarla, sino aprovechar los recursos que ofrece. «Es un sistema frágil, pero del que se pueden obtener beneficios», dijeron. En ese sentido, y siguiendo el lema de la cita de este año, que relaciona humedales y turismo aseveraron que la puesta en valor del patrimonio natural ayudaría a atraer visitas, un turismo aún emergente en A Mariña, pero con más adeptos cada día, porque «cada vez hay más personas interesadas en la observación e identificación de estas aves», aseguraron.
Esa actividad de observación fue lo que hicieron precisamente ayer los escolares, con la ayuda de prismáticos y telescopios cedidos por el servicio, aunque la marea alta dificultó la localización de las aves en la ría, que está declarada zona de especial protección de aves, y forma parte de la Red Natura. La colonia que reside en Foz es «importante», aunque su número varía con los años, dependiendo de determinadas condiciones y no es extraño que hasta la zona lleguen de vez en cuando «ejemplares raros».
