LA CARBALLEIRA de Meixaboi, en Guntín, estaba ayer hasta arriba de parroquianos y visitantes, todos unidos por una causa común: degustar el exquisito pimiento de Mougán, cuya fiesta de exaltación se celebra cada año, siempre finalizando el mes de agosto.
El pimiento de Mougán es carnoso y dulce, y llegado a un determinado momento de su crecimiento, siempre pica. Conviene entonces que los de paladar sensible escojan los más pequeños, aunque en todo caso e independientemente de su tamaño, los pimientos de Mougán no defraudan a quien los prueba por primera vez.
La Festa do Pemento va creciendo cada año, y esto se apreciaba ayer en los muchos forasteros primerizos que se encontraban entre la concurrencia. Entre ellos, Lucía Arías, que fue con su familia desde Ourense, por recomendación de un amigo. En su estreno en esta cita culinaria, calificó positivamente tanto el ambiente de la carballeira como las viandas. Otros se acercaron desde lugares más próximos, como Segundo Rodríguez, que viajó desde Lugo con su mujer. Aunque nunca había asistido a esta fiesta, la conoce desde hace tiempo y no quiso dejar pasar la oportunidad de acercarse a Guntín. Fueron los primeros en ponerse a la cola para recoger su ración de pimiento y esta anticipación tuvo su recompensa, ya que cuando se empezó a repartir el producto, la longitud de la fila era considerable.
