Aproximar la población de Terra Chá a su paisaje, descubrir su valor y proponer recomendaciones en las interveciones sobre los elementos del territorio que ayuden a un desarrollo sostenible del medio rural y a su mejora estética son los objetivos principales con los que nació la Guía de Boas Prácticas Paisaxísticas na Terra Chá, elaborada por el grupo de investigración de la Escola Galega da Paisaxe de la Fundación Juana de Vega e impulsada y financiada por la Fundación Blas de Ponte de Outeiro, de Castro de Rei.
Precisamente fue en este municipio chairego donde se presentó este documento, en un acto en el que, además de representantes de las citadas entidades, también estuvo presente la conselleira de Medio Rural e Ordenación do Territorio, Beatriz Mato, que calificó la guía como «un magnífico complemento a nivel local ás iniciativas en materia de paisaxe que está a impulsar o goberno galego».
Mato también apuntó que «o coñecemento é o primeiro paso» para la protección y el cuidado del paisaje gallego, una labor de conservación «que nos corresponde a todos», por lo que considera «necesario» promover y consolidar una nueva cultura territorial y paisajística, así como trabajar en la sensibilización de la sociedad y en la implicación de la administración pública.
El presidente de la Fundación Juana de Vega, Enrique Sáez, destacó el hecho de que este trabajo sea fruto de la iniciativa de la sociedad civil y que fueran dos fundaciones privadas las que hicieron realidad este proyecto.
En este sentido, Severiano Ónega, secretario de Blas de Ponte de Outeiro, hizo un llamamiento a la conservación y el cuidado del paisaje de cara al futuro.
La directora de la Escola Galega da Paisaxe, Isabel Aguirre, explicó el contenido de la guía, en la que se estudiaron principalmente cuatro puntos: los caminos y senderos, viviendas y alpendres, edificaciones industriales y los cierres. «Estes elementos articulan, coa vexetación e a natureza, a cualidade desa paisaxe», explicó, al tiempo que añadió que es necesario ponerlo en valor para que «a xente se sinta orgullosa do seu patrimonio paisaxístico, o conserve, coide del e transmita esa mensaxe».
