Una granja pone música a las vacas para mejorar la calidad de la leche

Interior de uno de los establos de la Granxa Maruxa, con pinturas en las paredes. ep
photo_camera Interior de uno de los establos de la Granxa Maruxa, con pinturas en las paredes. ep

La Granxa Maruxa, de Cumbraos en Monterroso, nada tiene que ver con las explotaciones ganaderas convencionales. Su propietaria, Marta Álvarez Quintero, decidió apostar por «un espazo agradable», con establos de colores llamativos, fotografías de paisajes, camas de arena para el ganado y música ambiental a todas horas.

La joven ganadera, que recibió la visita de dirigentes del PP con motivo del Día de Internacional de la Mujer, conoce a cada una de las 55 vacas de la granja por sus nombres, tomados de personajes conocidos. De lo que se trata es, según Marta, de «coidar ó gando con agarimo. Eu diríxome a cada vaca polo seu nome, falo con elas, e non as exprimo como simples fábricas de leite».

Cada día, las vacas de Granxa Maruxa pastan libremente en un terreno anexo de más de 20 hectáreas. De vuelta a los establos descansan en camas de arena, con melodías clásicas siempre de fondo. «Con coidados, e coa tranquilidade que lles transmite a música, sobre todo a de Mozart, os animais están máis relaxados, dan leite de mellor calidade e duran máis tempo». De hecho, las reses dan alrededor de 25 litros de leche al día, cuando genéticamente podrían dar el doble, pero resisten hasta siete partos, cuando lo normal es que aguanten tres o cuatro.

La estética de la granja también parece agradar a los animales, ya que «transmítelles alegría e optimismo», explica. El estampado vacuno del interior de los establos, con un fondo negro cubierto de manchas blancas, se completa con cuatro imágenes de paisajes, hechas por familiares de Marta que se dedican a la fotografía.

Aventura

Licenciada en Empresariales, Marta Álvarez Quintero decidió regentar su propia granja en el año 2000. Su familia, asentada en Vigo, tenía las instalaciones de Cumbraos alquiladas y solían visitarlas en vacaciones. En una de esos viajes, Marta decidió quedarse. «Un día escapáronlle as vacas ós arrendatarios e leveinas de volta á granxa. Foi cando me din conta de que ese traballo me gustaba e non parecía algo tan complicado», recuerda la joven.

Marta comenzó su aventura en el medio rural con 25 vacas. Aunque con ilusión, los inicios no fueron fáciles. En un par de años, la joven tuvo que sacrificar a todos los animales por un brote de tuberculosis. Todavía recuerda su mirada «triste» mientras se resistían a subir al camión que las llevaría al matadero. «Foi un momento de moita emoción», relata.

La joven no se rindió ante las adversidades y empezó de nuevo con un grupo de vacas frisonas traídas desde Holanda. «Foi un tempo duro, no que elas se tiveron que adaptar a min, e eu a elas. Ao final todo saíu ben», asegura. Movida por los bajos precios de la leche, decidió probar suerte en nuevos mercados y empezó a cultivar grelos, pimientos y habas. Prescindió totalmente del uso de abonos químicos y pesticidas y, en 2009, la granja ya tenía el sello de ecológica.

La iniciativa agrícola no prosperó como se esperaba y, otra vez de forma fortuita, surgió en Marta la idea de elaborar sus propias galletas. «Estiven un tempo na cama, por unha lesión, e deume tempo a pensar nun novo sentido para a granxa. E acordeime das galletas de nata que facía a miña avoa».

Marta se asoció con Mercedes Guerreiro y nacieron las ‘maruxas de nata’, unas galletas hechas con nata, harina y azúcar. «Son ecolóxicas e elaboradas de xeito artesanal. Non hai dúas iguais», dice.

Desde febrero del año pasado, se venden ya en más de 100 tiendas delicatessen de toda España. Sus creadoras aseguran que «teñen moito éxito en Cataluña e Valencia».

La ganadera está «moi satisfeita» con la decisión tomada hace más de diez años.

Visita

La Granxa Maruxa recibió ayer la visita del presidente provincial del PP, José Manuel Barreiro, y de los diputados Emma Álvarez, Isabel García y José Manuel Balseiro, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

Los populares se refirieron a Marta como una mujer «valente e un exemplo a seguir». Barreiro destacó que, «aínda sendo de cidade e cunha licenciatura, está orgullosa de ser gandeira. Xa por iso constitúe un referente».

El presidente provincial del PP subrayó la importancia de que Marta Álvarez apostase por el sector primario y la especialización «nun contexto de crise tan forte como o actual».

Los populares valoraron, además, «o trato exquisito» dispensado a los animales. «Non é habitual atopar unha preocupación tan acusada por asegurarlles o maior grao de benestar posible nuns tempos nos que, a necesidade de minimizar gastos e incrementar productividade, fai que se descuiden este aspectos en aras dunha producción máis intensiva».

VALENTÍA

  • Una licenciada orgullosa de trabajar en el campo. Marta Álvarez soñaba con ser ‘broker’ de bolsa y por eso estudió Administración y Dirección de Empresas en Lugo. Metida ya en el mundo laboral descubrió su verdadera vocación y cambió sus planes para dedicarse al medio rural. Desde el principio apostó por una explotación ecológica, una opción que eligieron 36 granjas en Galicia frente a las más de 14.000 tradicionales.
  • Líneas de negocio. Marta apostó por diversificar productos para hacer rentable la granja. Las ‘maruxas de nata’, elaboradas con la leche de sus vacas, se venden ya en toda España. Además, la joven comercializa leche, directamente en la explotación, y montó una terraza donde el cliente puede degustarla recién ordeñada.

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