Los bajos precios de la leche hacen que los ganaderos busquen fórmulas para eliminar intermediarios y permitir que el producto llegue directamente desde su explotación al consumidor. Esto es lo que pensaron los responsables de la ganadería Quintián de Friolfe, en el municipio de O Páramo, cuya familia lleva en este sector más de 40 años. Desde hace un año comercializan leche bajo su propia marca, lo que significa alrededor del 25 por ciento de la cantidad total que genera la explotación cada día.
Cuentan con 120 vacas, de las que ordeñan 60, que producen hasta 2.000 litros diarios. De ellos, venden cada día bajo su propia marca 500 litros al día, parte en una máquina expendedora de leche y la cantidad restante en establecimientos de la ciudad de Lugo.
«Ante la bajada del precio de la leche ésta es una buena alternativa para los ganaderos de la la comarca, sin tener que negociar con la industria comercial. No existe ningún producto de este tipo en el mercado», señalaron los responsables de la explotación, el matrimonio formado por Julio López y Chelo López.
Según Julio López, la idea de la expendedora supone crear «un valor añadido para que la gente no estuviera solo atada a manos de la industria, sino que tuviera otras opciones». La máquina ofrece a los clientes la compra de la leche en botellas de plástico y vidrio, la cual tiene seis días de caducidad.
Reparto
Además, el matrimonio realiza un reparto diario de leche a un número de clientes fijos a través de la venta directa en Lugo ciudad. Así surte del producto a tiendas de alimentación de barrio, casas de turismo rural, confiterías, restaurantes, carnicerías y algún supermercado.
«Esta leche es la misma que producían nuestros abuelos, pero con las garantías sanitarias de hoy. Es un producto de primera calidad», apuntó Chelo López.
Ahora el matrimonio planea contrata a empleados para el reparto del producto por establecimientos de Lugo. Asimismo, barajó la posibilidad de instalar una nueva máquina expendedora, en este caso en la capital de la provincia, aunque por ahora no llevará a cabo esta idea al surgir problemas burocráticos.
CALIDAD
- Semillas de lino para producir omega 3. A las vacas de Quintán, cuya leche no se mezcla con la de otras granjas, les suministran lino, que aporta omega 3. Entre otros adelantos, la explotación cuenta con un robot de ordeño que detecta anomalías en la leche y que, además de sacarla del circuito, envía un mensaje al móvil de los dueños de la explotación para que estén informados.
- Proceso productivo. La leche pasa por un proceso de control exhaustivo y no tiene ningún contacto ambiental, ya que cuenta con un circuito cerrado de acero que comunica directamente desde el robot de ordeño hasta la pasteurizadora. Al pasar por esta máquina se calienta a una temperatura que ronda los 75 grados centígrados para eliminar bacterias. El producto va desde la pasteurizadora a un tanque isotérmico que lo mantiene a una temperatura de entre dos y cuatro grados. Se trata de un vehículo equipado con cámara frigorífica que se transportará diariamente hasta la máquina expendedora. En caso de que la leche se embotelle, pasa directamente de la pasteurizadora a la envasadora.
