Una flecha en el pecho del Madrid

después de 31 partidos, el Real Madrid saboreó la derrota de nuevo. Perdió ante el Barcelona en el Camp Nou a finales de octubre y lo hizo el pasado domingo en el Bernabéu. Entre ambos partidos Ancelotti encontró su once ideal, el que plantó ante el cuadro catalán, su equipo de gala, el que todo el madridismo conoce de memoria (solo cabe una pequeña duda sobre la titularidad de Arbeloa si no estuviese lesionado). Fue fiel a su ideas, no como en el coliseo culé, donde situó a Sergio Ramos por delante de la defensa en un experimento al que le faltó la gaseosa. En ambas ocasiones perdió, pero de distinto modo. Del Camp Nou se marchó con una flecha clavada en la espalda, la del Bernabéu se la llevó incrustada en el pecho. Le jugó cara al cara al Barça y perdió, pero la historia pudo ser distinta.

El balón fue del Barcelona. Martino amontonó talento en el centro del campo y por momentos el partido parecía de balonmano, con el Madrid en defensa 6-0 y el cuadro catalán moviendo la pelota de lado a lado en busca de un hueco. Pero a Ancelotti eso no le preocupaba mucho. El italiano ha construido un equipo que no está en los partidos, sino que aparece.

El Madrid puede parecer dormido, pero cuando despierta solo tiene en mente la portería contraria y es capaz de protagonizar tramos de partido volcánicos, como el domingo después del gol de Iniesta, cuando Benzema gozó de cuatro ocasiones clarísimas para marcar. Lo hizo en dos ocasiones y el balón regresó a pies del Barça.

El cuadro catalán necesitaba reaccionar, pero con tanto centrocampista en el campo resultaba complicado sorprender a la defensa blanca... hasta que Messi dijo basta. El argentino demostró de nuevo que es el futbolista más determinante del planeta y empató el duelo antes del descanso.

El tanto dejó tocado al Madrid, que en la segunda parte se vio dominado por su rival. El Bernabéu esperaba el arreón de su equipo y este llegó en la jugada del 3-2. De nuevo el Madrid por delante y ante un rival al que ni el empate le valía. Y de nuevo Messi. Siempre Messi.

La jugada que rompe el partido, la de la expulsión de Sergio Ramos, nace de un pase del argentino que solo está al alcance de los elegidos. Al sitio justo, con la fuerza ideal... En el vídeo de las grandes jugadas de Messi, que será muy largo, deberían reservar un hueco para ese pase.

El Madrid ha perdido sus dos duelos con el Barcelona esta temporada y como mínimo falta otro por disputar; la final de Copa. Ancelotti tiene mucho tiempo por delante, pero visto lo visto lo lógico parece que apueste de nuevo por jugar sin miedo ante los catalanes. Las fuerzas están parejas y en esta ocasión Messi fue la diferencia. Tal vez la próxima vez Cristiano Ronaldo justifique su condición de Balón de Oro.

Guardiola se prepara para ser bañado en cerveza

Mientras Madrid y Barcelona luchan por desbancar al Atlético de Madrid, Pep Guardiola se prepara para ser bañado en cerveza. 24 victorias y dos empates después, el Bayern de Múnich se presenta hoy en Berlín con la posibilidad de ganar la Bundesliga.

Guardiola heredó una plantilla estupenda reforzada con una de las estrellas de su eterno rival, Mario Götze, pero también un triplete con el que es comparado en todo momento. Todo apunta a que la Bundesliga caerá hoy, en Copa está en semifinales y en Champions, en cuartos de final.

Hace poco Franz Beckenbauer dijo que no le gustaba el estilo del Bayern, que aburría mucho con sus pases y que lanzaba poco a puerta. Los mitos tienen todo el derecho del mundo a opinar, pero los mitos también tienen todo el derecho del mundo a no hacer ni caso y seguir ganando ligas bañados en cerveza.

(Publicado en la edición impresa de El Progreso el 25 de marzo de 2014)

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