Una fábrica de cerveza artesana y una sala de catas, nuevos negocios

Aloumiña mostrará en un taller cómo se hace la bebida y la venderá allí mismo y la distribuidora de productos gallegos Vinissi ofrecerá actividades en la Rúa Miño

Al barrio de A Tinería le cuesta despegar, pero, al igual que hace años la familia Fernández fue la primera en apostar por él y comenzó a arreglar casas y a abrir negocios de hostelería, periódicamente hay emprendedores que, producto de la necesidad y de la ilusión, se lanzan a la aventura. Alberto Curiel, propietario de la fábrica de cerveza Aloumiña, acaba de hacerlo. Tras cuatro años en el vivero de empresas municipal, acaba de trasladarse a la Rúa Tinería, 22, a uno de los locales que rehabilitó la Xunta, donde además de fabricar la cerveza la venderá en una pequeña tienda. "A idea é que sexa un espazo temático da cervexa, un espazo vivo, con cursos, catas..., para seguir creando cultura da cervexa", explica.

La zona de tienda estará separada de la de fabricación por una barrera de cristal que permitirá ver los fermentadores, las máquinas de frío... El local abrirá al público en unos días. "En vez de irme ás aforas, a un polígono, por exemplo, elixín a Tinería porque é un barrio precioso, céntrico, accesible... É unha aposta persoal", explica.

"En vez de irme ás aforas, a un polígono, por exemplo, elixín a Tinería porque é un barrio precioso, céntrico, accesible... É unha aposta persoal"

Aloumiña produce unos mil litros de cerveza al mes, de seis variedades: rubia, tostada, negra, una exclusiva para el restaurante Cofradía de Rinlo, con agua de mar, y otra para el restaurante Casa de Curro, en el valle del Neira, con manzana de la zona.

Las cervezas de Aloumiña ganaron recientemente dos premios en el Barcelona Beer Festival y se pueden adquirir en bares y tiendas de Lugo y cada vez más también de Santiago y A Coruña. La distribución corre a cargo de Vinissi, firma de productos gallegos, especializada en vinos, que también abrirá local en A Tinería en los próximos meses, en la Rúa Miño, 27, en otro local de la Xunta. Su propietaria, Isabel Lozano, cada vez concede más importancia a la vertiente formativa y, tras obtener el título de sumiller profesional que otorga el Instituto Galego do Viño, prepara la apertura de una sala de catas en A Tinería.

Hasta ahora, la actividad empresarial en el barrio se centra casi exclusivamente en la hostelería, con licencias vigentes desde hace años. Otras iniciativas acabaron abandonándolo y alguna otra lucha contra los condicionantes del barrio. A Casiña de Paula, local de cátering, resiste en la Rúa Tinería, y A Tenda de Lucía, de artesanía, prevé reabrir en otoño en la Rinconada do Miño. Vecinos y empresarios se debaten entre sacar a la luz los problemas del barrio, en el enésimo intento de que las administraciones miren por él –sobre todo después de la millonaria inversión realizada– y dejar bien clara su potencialidad y encanto. Que podrían ser mucho mayores con un poco más de atención.

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