Una de las adjudicatarias cerró su centro de operaciones en Guntín

Uno de las pruebas fehacientes de la ralentización de las obras de la autovía Lugo-Santiago es el cierre del centro de operaciones en Guntín de una de las adjudicatarias, Sacyr Vallehermoso. Según indican varios vecinos, la empresa, que ejecuta las obras en el tramo entre Monte de Meda y Guntín, usaba un local cercano a la casa consistorial como lugar de coordinación de los trabajos pero ahora, aunque aún son visibles en la fachada del edificio rótulos con el nombre de la empresa, ese centro está cerrado.

Tras asegurar que en Guntín no se ve últimamente a operarios de la firma, cuando antes era habitual su presencia, desde un negocio próximo estiman que al menos desde hace dos meses no hay actividad en el local.

Obras a medio hacer

El vecindario de zonas afectadas por las obras aprecia en general mucho menos movimiento e incluso la retirada de alguna cuadrilla. Así lo atestigua, entre otros, Manuel Tojo, un vecino de A Calzada (Arzúa) que reside a pocos metros del futuro trazado de la A-54. «Marcharon na primeira semana de decembro e non volveron, cando antes había ata oito e nove camións ao tempo», dice.

Este vecino, que recibirá cerca de 30.000 euros al expropiarle unos terrenos, espera que las obras se reanuden, ya que cree que servirá para cobrar lo que le deben. «Pagáronme uns 10.000 euros, pero aínda teñen que abonarme outros 20.000», explica. Esa situación la comparten otros afectados por las expropiaciones, que solo recibieron una parte en la primavera de 2009.

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