La Rúa da Raíña se convirtió ayer en un nuevo foro de coleccionistas. Esta calle acogió, por primera vez en San Froilán, una pequeña feria de antigüedades y coleccionismo, en la que participaron algunos de los anticuarios que, habitualmente, montan su puesto dos veces al mes, en domingos alternos, al fondo de la Praza Maior.
La feria continuará celebrándose a lo largo de la jornada de hoy, desde las once de la mañana hasta las ocho de la tarde. Además de los puestos de antigüedades -en los que había, entre otros objetos, teléfonos, muñecas, instrumentos musicales, libros y distintos tipos de vasijas-, también había algún vendedor de artesanía, en concreto de enseres de cocina realizados con madera y también de juguetes artesanales.
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