Una burelesa critica que no den citas en la Unidad de Dolor

La burelesa Adelina Fernández García quiso denunciar públicamente que el Hospital da Costa de Burela no está dando citas para la Unidad de Dolor. La afectada, que además es trabajadora del centro hospitalario desde 1990, asegura que lleva en lista de espera para este servicio desde finales del mes de julio al ser diagnósticada de lumbalgia y necesitar infiltraciones epidurales para aliviar los dolores que padece. «A mediados do mes de setembro fun a interesarme polo estado da lista de espera e para a miña sorpresa, indignación e impotencia dinme que dito tratamento está suspendido por ordes superiores», explica.

Fernández García asegura que «ante a incredulidade» que le produjo la noticia decidió dirigirse a la dirección del centro, donde, según afirmó, la doctora que la atendió le confirmó este extremo. «Non se está chamando a pacientes da lista de espera para iniciar o tratamento, só se están rematando os que xa están iniciados», asegura la afectada que le explicó la doctora. Con esta noticia se dirigió al servicio de atención al paciente para que le dieran una solución alternativa, pero en ese departamento le aseguraron que no estaban al tanto de esta decisión y que «se enteraría e me chamaría».

La mujer también se interesó por la posibilidad de recibir este tratamiento en algún otro centro que estuviera realizando estos tratamientos, puesto que sufre fuertes dolores en la espalda y en la pierna izquierda y las lesiones que le diagnosticaron en la consulta de Traumatología del centro no son operables siendo el único tratamiento indicado las infiltraciones. La respuesta recibida en este caso fue que «non está permitido pois esta posibilidade está restrinxida a certas patoloxías entre as que a miña non se atopa».

Reclamación

La paciente ya elevó una reclamación formal a la dirección del centro la pasada semana con el fin de que sus peticiones sean atendidas y puedan recibir el tratamiento que necesita y así «poda mellorar a miña calidade de vida, pois a día de hoxe prácticamente non saio da casa e se o fago téñenme que levar en coche e preciso axuda en moitas facetas da miña vida cotiá».

La burelesa explica que esta dolencia está repercutiendo negativamente en su recuperación de un linfoma cerebral que ya le fue detectado en 2007 y del que fue tratada en el Complexo Hospitalario de Santiago con tratamientos de quimioterapia y radioterapia. Hace dos años, la enfermedad le volvió a aparecer y le afecta al ojo derecho, por lo que está recibiendo nuevamente tratamiento en el Hospital Provincial de Santiago. «As cousas parecen ir ben, aínda que quedan fases por rematar», explica y añade que el problema de su falta de movilidad le impide «dar eses longos paseos que tanto ben me facían».

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