En algunas de las casetas no falta detalle para la comodidad de sus moradores: desde una vitrocerámica hasta una máquina de humo o un equipo de sonido de 2.800 vatios
LA MESA de una de las pandillas de San Pedro es la más conocida de la Romaría do Bo Xantar por su fornida estructura realizada toda en madera y por su cuidada decoración, que incluye todo tipo de electrodomésticos y mobiliario. Los jóvenes emplearon todo el verano del año pasado para realizar la construcción en el campo que es propiedad de uno de los integrantes de la pandilla. «Viñemos todos os días durante dúas ou tres horas», señala Jaime García. Ahora son 16 ocupantes, aunque los ideólogos fueron, además de García, Jesús Galdo, Jacobo Blanco, Alberto López, Pablo Sierra, Borja Gómez y Marcos Grandío.
La materia prima principal es la madera que adquirieron en el aserradero de Ourol y gracias a las donaciones de empresas como Vestas y Telefónica. Un total de 2.000 puntas y 4.000 tornillos fueron necesarios para la obra. Otros materiales que utilizaron son chapas de hierro, tornillos pasantes, barras de eucalipto para hacer el techo ante la falta de presupuesto y plástico negro para realizar el cierre. El techo está cubierto con una lona de un camión porque es mucho más dura y resistente donada por una empresa de la zona. «O primeiro que fixemos foron os furados para colocar as vigas, logo o primeiro piso coa cabina e o balcón e finalmente fixemos os últimos retoques nas tres ventas e nas portas», apunta Jaime García. Estos romeros son especialistas en diferentes disciplinas así entre ellos se encuentran electricistas que realizaron la instalación eléctrica y expertos en sonido que pusieron el equipo a punto. «Temos máis de 2.800 vatios de sonido», señala Marcos Grandío.
La superficie del campo ronda los 100 metros cuadrados y la cabaña ocupa 26 metros que se dividen en cinco estancias. En el piso de abajo está la cocina amueblada con todo tipo de electrodomésticos: vitrocerámica, campana extractora, microondas, tres neveras, taquillas, alacenas o mesa de mármol. El suelo es de goma de las cintas de carbón de As Pontes.
Discoteca
El piso superior se compone de una pista de baile, con una mesa en el centro que hicieron cortando una viga que subía desde el suelo hasta el medio del piso, una cabina donde instalaron las dos mesas de mezclas, los tres portátiles, la máquina de humo, el flash, el láser y la televisión. El equipo de sonido lo completan cinco altavoces, tres etapas y un ecualizador. También tienen un balcón con sofás y la decoración se complementa con cuatro bombillas de luz negra (30 euros cada una) y una sirena de la policía. El suelo del piso superior está cubierto con moqueta. Además disponen de un comedor dónde instalaron la mesa con capacidad para más de 16 personas, un salón con sofás de rinconera, una entrada con mesa de terraza, sombrilla y sillas y una hamaca artesanal.
Otra novedad de este año es la decoración interior con ‘xestas’ para tapar el plástico negro por dentro y crear ambiente. La estancia se completa con la zona de dormitorios en la que hay instaladas 12 tiendas y un amplio aparcamiento con capacidad para 15 coches. Todos los electrodomésticos los consiguieron gratis, fruto de donaciones de hoteles como O Val do Naseiro y también como consecuencia de renovaciones de electrodomésticos en las casas.
Epicentro
«Esta cabaña es casi de interés turístico, ya que todos los años viene mucha gente, incluso extranjeros para verla y se quedan un rato bailando. Llegamos a tener a más de 50 personas. Dicen que es como un pub, además la cabaña se puede ver, gracias al flash, desde el centro del campo», señala Galdo.