El tramo del río Azúmara entre Castro de Rei y la parroquia de Bazar registró el viernes un vertido que provocó una gran turbiedad en el agua a lo largo de, al menos, más de medio kilómetro, además de la muerte de decenas de truchas.
Se desconoce cuándo se produjo el suceso, si bien algunos vecinos relataron que tuvo que ser el viernes por la mañana, puesto que el jueves por la noche el río presentaba su estado habitual. Así, alrededor de las 11.00 horas dieron el aviso a la Guardia Civil, que se personó en el lugar al momento y, al ver de qué se trataba, informó al Seprona, que se hizo cargo del caso y abrió una investigación para tratar de esclarecer lo ocurrido.
El concejal responsable del área de aguas, José Luis García Barja, explicó sobre el origen del vertido que, por la apariencia "muy oscura" que presentaba el agua, "parece como si fuera purín", aunque indicó que desconocía realmente de dónde podría venir.
"Entre los puentes de Castro de Rei y de Barxa el agua está aparentemente bien, pero a partir de ahí es donde se ve un tramo en malas condiciones", explicó García Barja, que añadió que en esa zona no hay viviendas, por lo que planteó que "pudiera ser que vinieran a lavar una cisterna o algo así".
De todas formas, el gobierno local el viernes aún manejaba solo suposiciones e incluso acudió a ver las depuradoras por si el vertido salía de allí, pero esta causa fue descartada.
Los vecinos lamentaban lo ocurrido en un río "protexido", ya que se estipuló que fuera tramo de pesca sin muerte ya hace más de una década.
Este es el segundo vertido que provoca la mortandad de truchas en Castro de Rei en apenas dos semanas. Sin embargo, en el primero, ocurrido el 22 de julio, se habló de una acción intencionada, que también fue investigada. Supuestamente alguien echó cal viva en un tramo de 700 metros de cauce fluvial del río Lea, que provocó la muerte de cientos de peces.
