La depuradora de Burela genera malos olores

El alcalde asegura que se debió a la limpieza de la tolva y que la empresa ya está solucionando el problema
Operarios trabajando, este martes, en la depuradora de Burela
photo_camera Operarios trabajando, este martes, en la depuradora de Burela

Los problemas con la depuradora de Burela son cada vez más frecuentes debido a las carencias que presentan las instalaciones. El último capítulo fue el mal olor que provocó el vertido que se produjo tras la limpieza de la tolva de las instalaciones y que se extendió por la localidad a cuenta de los vehículos que circulan por la zona y que extendieron el hedor impregnado en las ruedas. El mal olor, mucho más fuerte a finales de la semana pasada y acentuado por el buen tiempo, generó numerosas críticas, sobre todo en la zona de la gasolinera burelesa, donde muchos vecinos se quejaron del olor nauseabundo que dejaban los coches. Los malos olores se hicieron también patentes en los garajes, no solo de Burela sino de otras localidades. En algunos casos el hedor incluso afectaba al interior de los vehículos y, en otros, se colaba por los conductos del aire acondicionado.

Algunos conductores apuntaban como causa a los vertidos de algunos camiones cargados de pescado, sin embargo esta idea quedó descartada al detectarse el vertido en la depuradora. 

El alcalde burelés, Alfredo Llano, confirmó este martes –cuando aún era patente el mal olor en la zona, aunque ya en menor medida– que el hedor se produjera porque tras la limpieza de la tolva de la depuradora se originó un pequeño vertido, que era visible en la carretera. "A empresa concesionaria xa está avisada e estase solucionando o problema", subrayó el regidor. De hecho, este martes pudo verse a varios operarios trabajando en la zona.

ANTECEDENTES. Fuera de este problema puntual, los vertidos en la depuradora son una constante, sobre todo cuando llueve, debido a la escasa capacidad de las instalaciones. De hecho, a principios de la semana pasada con las lluvias de la última tormenta volvió a levantarse la alcantarilla situada enfrente al club náutico dejando la zona llena de aguas residuales que también dejaban mal olor. En ese punto concreto es donde más patente queda la falta de capacidad de la depuradora, ya que el agua en la carretera es una constante.

Precisamente para paliar estos vertidos, desde el Concello están pendientes de unas obras de saneamiento que están incluidas en el plan de compensación ambiental de la Xunta y que ya fueron solicitadas a principios de año, pero aún no hay respuesta.

En este sentido, desde el Concello insisten en que todo lo que se pueda hacer ahora son parches que no solucionan el problema, puesto que las deficiencias que acumula la depuradora son muchas y se hace necesaria una nueva instalación.

Comentarios