El año pasado ingresaron 875 personas menos desde Urgencias. Si en 2010 fueron 15.188 las personas hospitalizadas después de pasar por el servicio, en el caso del 2011 fueron 14.313. El descenso es evidente y, aunque puede hacer influido que, en conjunto, los usuarios de Urgencias bajaran, se percibe en el porcentaje de ingresos en función del total de casos vistos, que pasó en un año de 16,61% al 15,97.
El jefe del servicio apunta a diversos motivos que influyeron en esa bajada. Uno de ellos sería el incremento de las camas de observación, que pasaron de 20 a 30, de forma que se puede tener a más pacientes supervisados continuamente para estudiar su evolución y dar altas cuando el enfermo ya no necesite esa tutela. De esa forma, se pueden dar altas de madrugada, en horas en las que, si estuviera en planta, debería esperar hasta la mañana siguiente pese a haber mejorado.
La puesta en marcha con el servicio de Cardiología de unidades para abordar patologías como el dolor torácico o la fibrilación auricular son otras de las razones apuntadas por García Novio, que aspira a contar con protocolos consensuados con los diferentes servicios de prácticamente todas las patologías.
«En la reducción de ingresos también influyeron mucho las consultas de alta resolución, la puesta en marcha de los hospitales de día, la hospitalización a domicilio y la unidad de cuidados paliativos», aseguró.
También apunta al mayor control de las patologías como otro motivo. «Por ejemplo, antes veíamos tromboembolismos pulmonares mucho más graves, con disneas muy severas, que ahora apenas se ven», dijo.
