Un test de la sanidad pública

LOS SERVICIOS de urgencias son un buen test del funcionamiento de la sanidad pública. Estos servicios son muestra indiscutible de la dimensión y necesidad social del sistema para atender al conjunto de la población. Hay en todas partes abusos en el recurso a las urgencias hospitalarias por parte de los usuarios del sistema. Llamar a la responsabilidad en el recurso a las urgencias pudiera interpretarse como políticamente incorrecto. Hay puntuales saturaciones con picos como los períodos gripales, que no significan más que eso. No son ciertamente comparables la rapidez y calidad de atención de las urgencias en todos los hospitales. Pero se impone un balance global positivo o de satisfacción por la mayoría de los usuarios. Es necesario un esfuerzo de comunicación. Hay una innegable utilización como recurso de acción político-sindical de cualquier problema o incidente en las urgencias hospitalarias, lo que reafirma la condición de test de la sanidad pública de estos servicios.

MUERTOS Y RECTIFICACIÓN

Pedir algo más que las explicaciones dadas por el ministro de Interior sobre la tragedia de Ceuta parece lógico y humanitario. Quince muertos son muchos muertos salvo que hayamos perdido toda sensibilidad. Si estaban fuera de lugar las palabras del señor Fernández de Mesa sobre quienes se interesaban por los inmigrantes y no preguntaban por los guardias heridos según él, piden al menos una rectificación ante esta cifra de 15 fallecidos. El director de la Guardia Civil no puede pretender arengar a la ciudadanía cuando hay que explicar cómo fue posible que muriesen 15 personas cuando se les veía, y se les impedía acercarse, desde la costa española. Algo ha fallado de forma estrepitosa.

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