Un tesoro olvidado

La iglesia de VIlar de Donas está al pie del Camino Francés. En los meses de verano, un guía la enseña a los peregrinos y, en su ausencia, Jesús García se ocupa de darla a conocer a quien se interese por ella (Foto: Guille Dacal)
photo_camera La iglesia de VIlar de Donas está al pie del Camino Francés. En los meses de verano, un guía la enseña a los peregrinos y, en su ausencia, Jesús García se ocupa de darla a conocer a quien se interese por ella (Foto: Guille Dacal)

EN LA PARROQUIA de Vilar de Donas, perteneciente a Palas de Rei, se alza una majestuosa iglesia con un gran valor histórico, pero condenada al olvido pues son muy pocos los que conocen de su existencia, aunque se encuentra en la ruta jacobea. El conjunto de San Salvador de Vilar de Donas se completaba antaño con un monasterio, hoy en ruinas, que ha suscitado muchas leyendas, aunque sólo una es la verdadera.

Hace más de doce años que Jesús García, vecino de la zona y devoto del monasterio desde niño, empezó a conformar la historia de la iglesia, recopilando, como si de un puzzle se tratara, las distintas versiones que le aportaba toda la gente que la visitaba. Jesús no estaba conforme con las historias que se contaban sobre su iglesia y se propuso crear una visión alternativa, que como él mismo afirma «es la verdadera, porque las piedras nunca mienten».

Paso a paso, fue uniendo las piezas clave y, tras muchos años de investigación, llegó a la conclusión de que la iglesia había sido construida por los monjes sanjuanistas irlandeses encima de un asentamiento celta, por tanto, era del siglo XI, no del XIII, como afirman algunos estudiosos.

La mayoría de las versiones sostienen que Vilar de Donas fue fundada por la Orden de Caballeros de Santiago, pero los indicios señalan que se han retrasado más de 200 años en fijar la fecha de construcción de la iglesia.

La base principal del argumento de Jesús García se fundamentó hace cuatro años, cuando dos expertos en monumentos visitaron el monasterio y le explicaron que la figura de la parte central de la portada, un hombre con el pelo corto por delante y largo por detrás que sostiene un pergamino en su pecho, era un monje sanjuanista irlandés, en representación de los creadores de la iglesia.

Las piedras confirman esta hipótesis, pues en la capilla hay un gran número de objetos pertenecientes a esta época. En la parte frontal, están esculpidos varios símbolos celtas, como los cuernos del macho cabrío y racimos de uvas, y en las columnas principales hay un auténtico icono celta grabado. Además, en el interior, en la zona de la cabecera, aparece representado en numerosas ocasiones el trébol de tres hojas, tan característico de los irlandeses, que refleja la Santa Trinidad en honor a san Patricio.

Algunas partes del monasterio sí que fueron posteriores y obra de otros creadores. Jesús admite que «otras órdenes crearon ciertos objetos de la capilla, pero no toda, pues cada uno tenía su propia marca distintiva». La Orden de Santiago construyó la pila bautismal y el retablo, en los que aparece grabado su emblema, la cruz de Santiago.

Asimismo, otro personaje muy relevante en Galicia, Gonzalo Ozores de Ulloa, al terminar de levantar el castillo de Pambre, invadió Vilar de Donas y dejó su marca en el monasterio, construyendo en piedra la figura del castillo y fijándola encima del baldaquino.

Ruinas

«Aquí nadie hace nada y el estado de la iglesia es penoso», se lamenta García. Esta frase resume perfectamente el estado en que se encuentra la capilla. La humedad interior se refleja en el verdín de las paredes, pues las ventanas, una simple tira de cristal, no cubren todos los orificios y el viento y el agua entran.

Los restos del claustro están apuntalados desde hace más de siete años y así se mantienen. Además, los frescos de la cúpula han ido desapareciendo año tras año y ahora simplemente quedan restos de imágenes que casi no se perciben.

Jesús García dice que ha visto como «día tras día nos íbamos quedando sin imágenes», a lo que añade que «hace varios años, desde la Xunta, se aprobaron varios presupuestos de 60.000 y 100.000 euros para arreglar los frescos, pero aquí no se ha hecho nada, está todo abandonado». A este respecto, los responsables de la Consellería de Cultura no han querido pronunciarse, dejando en el aire las posibles dudas surgidas.

Jesús García se lamenta del estado en el que se encuentra su apreciada capilla y defiende que «es una pena que se esté perdiendo la historia de una de las iglesias más importantes del Camino Francés».

ORIGEN

  • Dos mujeres dan nombre al pueblo. La teoría más común sobre el nombre de la parroquia mantiene que en el monasterio vivían sólo mujeres, las ‘donas’, pero Jesús tiene su versión. Dice que en el lugar vivía la familia Froilaz y uno de sus caballeros, Froilaz Bermúdez, les dejó en herencia la iglesia a sus dos hijas, Munia y Visclavara, que se convirtieron en las ‘donas’ del lugar.

EL RETABLO

  • Presupuestos en papel mojado. El retablo lateral del interior de la iglesia, datado en el año 1650, se encuentra en un estado pésimo desde hace tiempo. La Xunta de Galicia aprobó hace más de dos años una inversión de 30.000 euros para labores de restauración en los grabados. Sin embargo, a día de hoy aún no se ha hecho nada para reparar las imágenes talladas.

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